“Si no hay acuerdos mínimos” para reformar la justicia, el presidente del TSJ plantea una Constituyente

El presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Ricardo Torres Echalar, considera que una salida para propiciar una reforma judicial puede ser una Asamblea Constituyente, en caso de que no se logren acuerdos mínimos entre los diferentes actores nacionales.

“Si no hay acuerdos mínimos como tendrían que darse inicialmente en el contexto nacional y a partir de los diferentes órganos (...) al final debemos pensar: si estamos pensando en reformar la justicia, debemos pensar en una Asamblea Constituyente”, manifestó Ricardo Torres Echalar, presidente del Tribunal Supremo de Justicia.

Y es que el ejecutivo considera que son acuerdos mínimos -en el contexto nacional y entre las diferentes instancias estatales- los que se necesitan para llevar adelante una reforma básica, pero esto no se avizora debido al clima de conflictividad y la coyuntura política que se registra en Bolivia.

Para Torres Echalar, una Asamblea Constituyente permitirá remozar y dar apertura a un nuevo sistema de administración de justicia y así revertir también las críticas que hay en torno a entidades con el Consejo de la Magistratura, que ha sido calificada como una entidad fallida que no cumple con su rol constitucional, según la declaración recogida por UNITEL.

El presidente del TSJ consideró que este y otros temas pueden ser revisados en la Asamblea Constituyente, donde se puedan analizar los ejes principales y los roles a cumplir.

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También ejemplificó la situación con la labor del Tribunal Agroambiental, que por su especialidad debe tener una relevancia, pero por la cantidad de causas que maneja se puede convertir en una sala de TSJ, según el criterio que manejan algunos juristas.

Por su parte, el abogado constitucionalista José Luis Santistevan manifestó que el Gobierno de turno le teme a la reforma judicial porque con el estado actual de la justicia genera impunidad, controla la corrupción, los hechos ilícitos, el narcotráfico, el contrabando, y los abusos del poder.

“La justicia es un instrumento para perpetuarse en el poder y controla el Órgano Electoral, el padrón y la soberanía del pueblo. Le otorga o resta validez a las iniciativas ciudadanas”, fue otras de las observaciones de Santistevan, así como también consideró que se usa el sistema para controlar a los que piensan distinto (oposición, instituciones o sectores de la economía).

Según Santistevan, la interpretación y fallos judiciales afectan a la independencia de poderes y la institucionalidad de los órganos e instituciones del Estado, al igual que el Gobierno -con el estado actual de la justicia- sustenta su gestión al margen de la Ley, del debido proceso y el estado constitucional de derecho.

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