Marsia Taha Mohamed, la chef que puso a Bolivia en el firmamento del mundo culinario

Hizo de su aprendizaje un arte y hoy es una chef referente de la alta cocina latinoamericana. El nombre de esta Boliviana de Oro es Marsia Taha Mohamed y la dimensión que da a su profesión pone a Bolivia en el firmamento del mundo culinario regional, al punto que los comensales llegan desde diferentes latitudes o hacen una parada en la capital paceña para deleitarse de la fusión de sabores que pone sobre los platos.

Marsia es capaz de hacer un sonso mezclando racacha o un plato de fondo fusionando paiche, chivé y motojobobo. Para el postre marina un marshmallow con asaí, probar un menú suyo es hacer un viaje de cinco sentidos.

Sin embargo, hablar solo de su comida se queda corto, puesto que no solo recorrió el mundo para convertirse en una chef de talla internacional, ya que también llega a diferentes rincones de Bolivia para investigar la diversidad alimentaria del país y así revolucionar la cocina nacional. Trabaja en uno de los restaurantes más prestigiosos del país, en la sede de Gobierno.

“Hacemos técnicas del mundo, desde fermentaciones naturales hasta liofilizados, deshidratados y curados. Las técnicas son universales, enfocándonos en el producto nativo”, señala esta joven que en 2021 fue galardonada como la chef femenina revelación de América Latina como parte de los 50 Mejores Restaurantes de América Latina 2021.

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Su misión de brindar protagonismo a la materia prima nativa también la lleva a recorrer los mercados, donde se sumerge para hacerse con productos que son básicos y a los que agrega la sofisticación aprendida en los últimos años, cuando proyectó su carrera fuera de las fronteras de Bolivia. También conoce a los productores para tener la mejor calidad de frutas y verduras.

Además, su labor la lleva a integrarse con cocineros, biólogos, agrónomos y científicos dedicados a investigar, comprender y preservar los productos y el patrimonio alimentario boliviano.

“A veces pienso que está por Europa y no, está en los pueblitos. Se va a investigar, va a ver la alimentación que nosotros no conocíamos aquí en la ciudad”, comenta su abuela, Gloria Postigo, quien fue una de las impulsoras y guías de Marsia en su ingreso al mundo de los sabores.

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Nacida en Bulgaria, de madre boliviana y padre palestino, esta Boliviana de Oro es referente para jóvenes que se dedican a la gastronomía. Llegó a Bolivia cuando tenía cinco años y así cambió los sabores del Medio Oriente por comida popular boliviana y el picante.

Marsia también es referente para otros profesionales emergentes, así lo reconoce el subchef Jairo Michel al señalar que “caminar con ella día a día demuestra que sí se puede cambiar el mundo a través de la cocina y la gastronomía”.

“Su comida atrae a gente de todo el mundo. Gente de Bolivia, gente que está viajando por Bolivia y gente que hace una parada en Bolivia para visitar el restaurante”, reseña Andrea Moscoso, jefa de salón del lugar en donde Marsia impulsa su ‘magia’.

También juegan un papel esencial su disciplina, su constancia y su motivación por investigar y mantener vivos los sabores que se van olvidando en Bolivia, según reseña su padrastro, Ramiro Shaw. Mientras que la mamá de esta chef, Julieta Salas, dice sentirse feliz de que este estilo de vida lleve a Marsia a ser un referente dentro y fuera de Bolivia.

La propia chef reseña que en su trabajo se traduce la comida boliviana, la comida callejera, la comida criolla y la diversidad, un rescate de sabores que hacen de ella una Boliviana de Oro.

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