Vivió en la clandestinidad por 50 años, antes de morir le reveló a su hija el terrible motivo

Theodore John Conrad vivió la mayor parte de su vida en la clandestinidad debido a un robo que cometió hace 50 años. Recientemente falleció y reveló el secreto a su hija antes de morir.

El hombre natural de Ohio (Estados Unidos) a la edad de 20 años robó del banco Society National Bank la suma de $us 215.000 lo que en la actualidad equivaldría a $us 1.700.000. Tras terminar su jornada, el sujeto salió con el dinero escondido en una bolsa de papel y desapareció sin dejar ningún rastro.

El robo fue casi perfecto porque sucedió un viernes y no se supo del hecho hasta el lunes, por lo que Conrad tuvo dos días para escapar.

Según un comunicado del Servicio de Alguaciles, Conrad estaba obsesionado con la película “El caso de Thomas Crown”, que relata la historia de un millonario que comete un crimen perfecto ya que hace que cinco hombres roben una millonaria suma de un banco para él. Incluso llegó a decir a sus amigos que planeaba hacer lo mismo en su trabajo.

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Tras el delito, los investigadores persiguieron a Conrad sin resultados, el caso no pudo ser cerrado e inclusive salió en programas de televisión como “Misterios sin Resolver” y “Los más buscados de EEUU”, señaló el diario El Clarín.

No obstante, los alguaciles de Cleveland lograron dar con él en Massachusetts, lugar donde comprobaron que estuvo viviendo todo este tiempo bajo el nombre de Thomas Randele en la ciudad Lynnfield, lugar que se encuentra cerca de Boston donde se filmó la película que inspiró a cometer el delito a Conrad.

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Gracias a una presentación como Randele en un tribunal de quiebras en 2014, los agentes pudieron relacionar unos documentos rellenados por Conrad de 1960 y así pudieron recopilar más pruebas y lograr dar con él para cerrar la investigación medio siglo después.

Conrad falleció en mayo bajo la identidad de Thomas Randele y antes de morir pidió a su esposa con la que llevaba casado casi 40 años, a sus amigos del golf y colegas de trabajo donde vendía automóviles que vinieran a su casa para despedirse.

Sus allegados lo describieron como un hombre trabajador dedicado a su familia que presumía a su hija y como una persona que nunca rompió las reglas en el campo de golf. Conrad falleció producto de un cáncer de pulmón y se fue sin revelar el secreto a sus grandes amigos.

No obstante, antes de su deceso, durante su primera sesión de quimioterapia le contó a su hija su terrible secreto, que era un fugitivo y lo estuvieron persiguiendo más de cinco décadas, además su verdadera identidad era Theodore Conrad y no Thomas Randele.

Conrad era uno de los fugitivos más buscados de Cleveland y para cometer el robo se dio cuenta que la seguridad en la entidad bancaria era relativamente mala poro después de ser contratado como cajero en enero de 1969.