Dos delincuentes se entregan al escuchar ladridos de un perro, que en realidad eran fingidos por un policía
Los delincuentes estaban escondidos en una zona boscosa. Uno de los policías optó por simular ladridos de un perro
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Más vale mañana que fuerza dice un conocido refrán que puede aplicarse a la situación por la que vivió un policía en Estados Unidos, que persuadió a unos delincuentes a entregarse, tan solo fingiendo que era un perro que salía en su captura.
“No nos obliguen a liberar a nuestro perro”, se escucha decir a un policía, en una zona boscosa donde se escondieron unos delincuentes.
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Inmediatamente después comenzaron a escucharse unos fuertes ladridos, lo que motivó a los delincuentes a entregarse. Lo que no se imaginaban los antisociales es que en realidad eran unos ladridos simulados por el uniformado que les lanzó la advertencia.
“Las manos en la espalda, están bajo arresto”, se escucha decir a un policía, quien reía con sus otros camaradas por la manera en que cayeron los delincuentes.
El arresto se produjo el 18 de agosto, cuando la Policía atendió una denuncia de robo e intentó detener un auto blanco en el que estaban cuatro sospechosos. Pese a que pincharon las llantas del vehículo los delincuentes lograron llegar a una zona boscosa.
En principio se arrestó a las dos personas que cayeron por los ladridos de un policía, horas más tarde cayeron los otros dos.
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