Prótesis a bajo costo: la fábrica de esperanzas de Israel en El Alto

Israel Ramos siempre estuvo convencido de que deseaba ayudar a los demás. Encontró su vocación cuando le fabricó la primera prótesis a su papá y ahora con esa tecnología devuelve la esperanza a decenas de pacientes. La historia de un Boliviano de Oro que merece ser contada.

Israel tiene un taller con verdaderas máquinas de sueños y esperanzas, a las que se les puede pedir desde juguetes hasta recuperar una extremidad, como un brazo. Es un emprendedor de 25 años que está cambiando vidas.

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“Por ejemplo, antes no podía agarrar un vaso, pues ahora voy a poder normal agarrar, comer y así”, cuenta emocionado Henry Coaquira, paciente que recibirá una prótesis fabricada por Israel.

Hasta hace unos tres años, Israel Ramos ya tenía una carrera como informático. Buscaba un trabajo y podría haber seguido siempre en ese camino, pero este joven alteño se preguntaba: ¿cómo hacer algo por los demás?

“Los pacientes que no tienen brazos, mi hijo se lo produce sus prótesis. Él ayuda a muchas personas, tiene un corazón bien noble”, dice René Ramos, su papá.

En Bolivia, miles de personas, a causa de un accidente o desde su nacimiento, no tienen alguna extremidad. Uno de ellos es René, quien perdió dos dedos y su hijo le hizo la primera prótesis.

“Vi que en afuera, en otros países, las prótesis, incluso solamente las prótesis estéticas, están a dos mil dólares. Luego de eso vi que no sólo mi papá necesitaba prótesis y me puse como tarea empezar a hacer este tipo de tecnología más accesible”, señala Israel.

Desde muy pequeño, demostró aptitudes que lo llevaron a perfeccionar sus inventos y ahora se dedica a fabricar prótesis mecánicas y otras más avanzadas.

“Se lo compraba un autito, con cablecitos así y lo cortaba, lo desarmaba y lo volvía a armar también. Eso era desde pequeño, ha sido muy inteligente”, recuerda con amor su mamá, Alicia Cuentas.

Henry Coaquira es uno de los pacientes que atiende Israel, perdió los dos antebrazos a causa de un accidente en su trabajo. Él se prepara ahora para recibir una prótesis que le devolverá algunos movimientos y con eso espera impulsar algún emprendimiento.

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“Quiero volver a trabajar, ser el mismo de antes. Ahora más bien le ha hecho muchas modificaciones y se siente la verdad súper, ya también lo hemos ido probando”, comenta Henry.

El antes y el después de Henry lo dice todo, ahora es un joven que podrá cumplir sus nuevos anhelos. Personas como él se ven beneficiadas con prótesis hechas en el taller de Israel.

“Este tipo de prótesis justamente está desarrollado para personas de escasos recursos porque son accesibles, de bajo costo. Este tipo de prótesis realmente ayuda a las personas”, señala Israel.

A través de las prótesis a precios accesibles, Israel está transformando vidas. Es una iniciativa a la que está sumando a su familia y en el futuro desea tener más voluntarios.

“Me contagia esa emoción que tiene por ayudar a sus pacientes. Vienen niños pequeños con amputaciones, con malformaciones congénitas y es un orgullo la verdad”, dice su hermana Estefania Ramos.

“Una gran persona que está apoyando a toda su gente. Israel es un Boliviano de Oro”, concluye orgulloso, Ruddy Condori, amigo de Israel.