Pese a parálisis en la mitad de su cuerpo, Hernán aprendió el oficio de carpintero y ahora lucha por sobresalir

Hernán Cartagena es un cochabambino que vive con parálisis de medio cuerpo en silla de ruedas hace cinco años, debido a un accidente laboral. Tras varios rechazos laborales y no poder conseguir empleo, aprendió carpintería para darse un empleo él mismo.

“Sabemos que no era carpintero, entonces él está aprendiendo a hacer muchas cosas y ojalá la gente que vea, por favor puedan comprarle las mesitas que él hace, tiene mucha fuerza de voluntad”, dice su vecina Vanesa Fuentes.

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Cartagena nació en Capinota, pero ahora vive en Tiquipaya, donde se ganó la admiración y el cariño de los vecinos.

“Es muy pesado, hay algunas cosas que son muy pesadas y tengo que pedirle el favor a alguien, a la dueña de casa, sus sobrinos. Así un ratito que me ayuden, algunas partes necesito ayudita”, cuenta.

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Pese a sus limitaciones de movilidad, trabaja en el oficio de la carpintería con una silla de ruedas. Transporta la madera en su regazo y con esfuerzo logra concretar sus obras, como un taburete para mesas de vidrio templado, sillas y fruteros.

“Salí adelante. Necesito también apoyo económico, ya que gasto harto en medicamentos y pañales desechables, porque no controlo la parte de abajo de mi cuerpo”, lamenta Hernán.

Además, el carpintero precisa de cubrebocas y otras herramientas para su labor.

“A mí me dejó impactado porque es la primera vez que veo a una persona así, de ese grado de discapacidad, que se dedica a hacer estas cosas. Y es una motivación para todas las personas, que tal vez estamos bien y a veces hay gente que no hace nada”, dice Miguel Quiroz, vecino.

Él prepara solo sus propios alimentos, en un sector de su habitación donde habilitó una cocinilla.

“Lo hace muy bonito, a pesar de ser pesado, sigue adelante. Es un ejemplo para todos”, comenta otro vecino, Emerson Alarcón.

Por todo ello, Hernán Cartagena es un “cochabambino de oro”.