Iván Alegría, el joven artista hiperrealista que comparte su conocimiento con niños y adolescentes

Iván Alegría es un joven boliviano aficionado del dibujo y la pintura hace retratos hiperrealistas y enseña a dibujar a niños y adolescentes. Cuando era niño hizo sus primeros trazos con un bolígrafo, porque no tenía lápices de colores.

“Desde que tengo uso de razón dibujo y pinto. Anhelaba poder pasear por el Prado y ver a los dibujantes. No pude estudiar porque quizá no hubo el apoyo de poder meterme a una escuela de arte”, recuerda con nostalgia Iván.

MIRA AQUÍ: Thiago, el prodigio boliviano del ajedrez de solo siete años de edad

Alegría rememora que cuando tenía 14 años accedió a un taller de dibujo y desde entonces decidió nunca dejar ese arte.

“Desde niño, incluso apenas alcanzaba una mesa, empezaba a dibujar algunas caricaturas de los periódicos. Le gustaba dibujar”, cuenta su hermano Froilán Alegría.

MIRA AQUÍ: Don Juan, un maestro de ajedrez en las alturas

El joven artista además comparte su conocimiento en este arte a niños y adolescentes de su zona.

“Lo que me gusta es que nos enseña las técnicas para aprender a dibujar rostros, animales o dibujos animados”, dice Mathias Mamani, estudiante de dibujo de Alegría.

“Ahora puedo dibujar animales un poco detallados, caras, ojos”, dice otra estudiante Abril Dorado.

Iván encontró en el realismo uno de sus fuertes. Dibuja retratos sobre lienzos de trupán y cartulinas especiales.

“La tendencia de Iván es el hiperrealismo, con un borrador eléctrico porito por porito ir poniendo. Es un trabajo de ardua paciencia y es por eso que impresiona, porque sí le ha dedicado mucho tiempo”, comenta su colega, el artista Yesid Vásquez.

Una de sus obras más apreciadas, dice Iván, es un cuadro de un metro por noventa centímetros. En él, retrató a su madre, comerciante de almuerzos en la ciudad de El Alto, en un blanco y negro hiperrealista.

“Tenía un cuadernito, ahí empezaba a pintar todo tipo de pinturas, caballitos, de todo. Yo tenía pena porque esas pinturas cuesta pues y no hay plata”, recuerda su mamá Paulina Llusco.

Cuando le preguntan a Iván por qué enseña su arte a los niños, el joven artista responde que él hubiera querido un espacio para aprender a esa edad.

“Con estas clases mi hijo ha podido captar esa profundidad en cada uno de sus dibujos y ya en los dibujos y caricaturas que le gusta lo está empezando hacer en 3D”, comenta con alegría Roxana Pacosillo, una madre de familia de los estudiantes de Iván.

Por todas estas razones, UNITEL destaca al joven artista boliviano Iván Alegría, como un “boliviano de oro”.