Pedido de citar a obispos es una “cortina de humo” por la situación económica del país, afirma analista

El politólogo Carlos Cordero consideró que el pedido de la Procuraduría de citar a los obispos por la crisis de 2019 es una “cortina de humo” para crear una “distracción” para tapar la situación económica del país.

En ese contexto, afirmó que ese tipo acciones son una forma de “amedrentar” a la oposición para anularla y llegar a los comicios presidenciales sin competencia alguna. En las horas precedentes se conoció que la Procuraduría solicitó a la Fiscalía citar como testigos a los obispos por la crisis política que enfrentó el país en 2019

“Se trata de crear una distracción, una cortina de humo sobre la peligrosa situación económica en la que se encuentra el país, en los últimos días hemos visto cómo las reservas internacionales, cómo muchas acciones gubernamentales están poniendo en evidencia la difícil situación por la que atraviesa el Estado y la sociedad boliviana”, afirmó Cordero en una entrevista con La Revista de la red UNITEL.

El analista señaló que en 2019 se produjo un “vacío de poder” en medio de los conflictos sociales y no se trató de un “golpe de Estado” como asegura el Gobierno. En ese marco dijo que la Iglesia impulsó un proceso de diálogo para darle “certidumbre a la sociedad boliviana”.

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“El tema de convocar a los señores obispos y miembros de la Iglesia a declarar no es algo nuevo, ya lo hicieron y la Iglesia siempre estuvo con la disponibilidad de colaborar porque fue un proceso pacificación y una participación para resolver una crisis política que puso en riesgo la paz social en una crisis de dimensiones muy preocupantes”, sostuvo Cordero.

¿Qué gana y qué pierde el Gobierno con este pedido?, le preguntó la red UNITEL al analista.

“Se está ganando el rechazo de la ciudadanía, no solo de la Conferencia Episcopal sino de todo el pueblo católico porque la ciudadanía, los distintos actores sociales se han identificado muy claramente que estamos siguiendo la ruta nicaragüense”, respondió.

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En ese contexto, citó el caso de la expulsión de detractores y opositores al gobierno del nicaragüense Daniel Ortega.

“Con esto, además de amedrentar, se busca dar una señal a la oposición política en sentido de que el Gobierno tiene toda la disponibilidad para ir a un proceso electoral en soledad como lo ha hecho Nicaragua, donde fueron expulsados más de 200 ciudadanos, además privados de su nacionalidad por tener un pensamiento disidente al dictador de Nicaragua Daniel Ortega y algo similar está ocurriendo lamentablemente en Bolivia”, afirmó.

Cordero destacó el papel que jugó la Iglesia en los últimos 40 años como “permanente colaborador del Gobierno en los momentos de pacificación y resolución de conflictos”, además de la “recuperación de la institucionalidad democrática” en la época de la dictadura.

“Los líderes políticos, que tienen el poder político, empiezan a descabezar a la oposición política de cara a las elecciones próximas que se realizarán en Bolivia y uno de los actores importantes siempre es la Iglesia Católica”, concluyó.