Mario Aguilera descarta su renuncia como gobernador suplente y destaca que la autoridad titular es Camacho
La autoridad suplente de la Gobernación señaló que está cumpliendo una sentencia constitucional que solo le dejaba dos opciones: cumplir o ser detenido
“Esto es algo que yo no haya buscado. Estoy cumpliendo una sentencia que yo no interpuse, dispuesta por un tribunal al que yo no elegí y revisada por un Tribunal Constitucional por el cual yo no voté”, señaló el nuevo gobernador suplente de Santa Cruz, Mario Aguilera Cirbián, a tiempo de resaltar que no considera su renuncia.
La autoridad recordó que durante todo este tiempo se mantuvo trabajando en sus atribuciones como vicegobernador, pero ahora da cumplimiento a una sentencia que le ordena asumir el cargo de máxima autoridad departamental.
“Mario Aguilera, elegido como vicegobernador, será gobernador en ejercicio, entre tanto, nuestro gobernador (Luis Fernando Camacho) continúa detenido como reza la sentencia”, señaló, al acotar que si no cumplía con la misma otra vía para él sería la detención.
Para Aguilera, el camino de su detención o el de la renuncia llevan al mismo lugar: entregar la Gobernación y la autonomía, advirtiendo que en ese camino defraudaría su función como vicegobernador electo, es decir, la de sustituir al gobernador electo cuando las causas así lo requieran.
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Además, sostuvo que no piensa ser recordado como el vicegobernador preso o como el vicegobernador renunciado que no cumplió sus funciones y entregó la Gobernación y la autonomía.
“Quiero ser claro, yo voy a cumplir. No pienso seguir los consejos de quienes asesoraron a nuestro gobernador hasta su detención. No pienso claudicar en la lucha por la libertad de nuestros presos políticos. No pienso ceder en la lucha por nuestra democracia y no voy a defraudar la lucha de nuestra autonomía. Pero tampoco haré vista gorda a lo que pasa en esta Gobernación”, sentenció.
Para finalizar subrayó que es necesario salir de la agenda de la confrontación, empezar a luchar de manera inteligente, sin radicalismos, pero con la firmeza de no renunciar a la libertad y la democracia