García Linera: Las pugnas en el MAS “están desangrando” al proceso de cambio

Las pugnas en el MAS pueden dañar el proceso de cambio que se impulsa desde este partido, señala Álvaro García Linera, exvicepresidente del Estado que acompañó en sus diferentes gobiernos a Juan Evo Morales

Publicado: 25/02/2023 16:16
García Linera, Luis Arce y Evo Morales, durante un acto

Lo que está fallando son las peleas internas, ahí está el problema“. Así observa el exvicepresidente Álvaro García Linera el momento político y social que atraviesa el Movimiento al Socialismo (MAS) y que además pone en riesgo el proceso de cambio que embandera el partido de Gobierno, según su criterio.

El exvicepresidente del Estado boliviano, que acompañó a Evo Morales desde el 2005 hasta el 2019 -dejando el poder tras las fallidas elecciones de ese año y la convulsión social que se generó- habló en radio Diez de Argentina sobre lo que ocurre con el partido azul y la división entre sus principales actores.

“No tenemos problemas económicos de envergadura que le den aliento a las fuerzas conservadores, no. Lo que tenemos son pugnas internas que están desangrando al proceso y donde hay un enorme peligro”, apuntó.

Actualmente, en el MAS se tienen marcadas diferencias entre las denominadas ‘ala evista’ y el ‘ala arcista’ que ha derivado en cruce de acusaciones de toda índole, además de posiciones bien marcadas que van en favor de uno y otro líder que tiene este partido.

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García Lunera observa “un enorme peligro”, aunque dice estar seguro que si estas peleas por liderazgo se resuelven de cara al pueblo, una victoria electoral está garantizada en 2025, “pero hay que resolver temas internos de liderazgo social y un liderazgo político-estatal”.

“La articulación de alguna manera de esos dos liderazgos es la continuidad garantizada de nuestro proceso de cambio. Es mucho lo que está en juego, podemos echar por la borda una gran energía y combustible que hay en el ámbito social y económico, por desavenencias en el ámbito político-dirigencial y eso sería terrible e imperdonable”, remarcó.

Para García Linera se tienen que sumar esfuerzos para encontrar una fórmula de articulación de estas dos grandes estructuras políticas sociales bolivianas: que “es el liderazgo social y el liderazgo político estatal”, para garantizar una continuidad del modelo que desarrolla e impulsa el masismo.

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“El progresismo en Bolivia tiene combustible, con las actuales reformas, una gestión más, además de la que tenemos ahora, y en la siguiente gestión habrá que impulsar reformas audaces de segunda generación para pugnar por ampliar este proceso progresista otra década más”, concluyó.

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