Con restricciones y sin poder salir al patio: Camacho dedica su tiempo a los estudios y la gestión

A un año de su detención, el gobernador cruceño Luis Fernando Camacho afirma que su rutina “es la rutina de un preso político en una cárcel de máxima seguridad”, en una situación de “encierro, incomunicado casi permanentemente”, según resumió a través de un cuestionario de UNITEL.

El abogado de la autoridad, Martín Camacho, señaló que la celda del gobernador no tiene ninguna especie de privilegio y está cerrada por fuera con un candado de manera permanente, que solo se abre para el ingreso de sus familiares. El abogado y funcionarios de la Gobernación designados lo visitan en una sala con vigilancia permanente.

Como privado de libertad, Camacho no tiene un lugar en donde pueda hacer ejercicio al aire libre, “su sistema muscular se está atrofiando y para una persona enferma es una tortura”, de acuerdo con el reporte de su entorno cercano. Es más, “no tiene no tiene salida de su celda ni una hora al día y no ve la luz del sol”.

Para el gobernador, “la clave de todo esto es mantener despierta la llama de la resistencia y la lucha, tal como nos encargó la gente en los 21 días. El desafío es resistir hasta vencer, la historia enseña que todas las dictaduras caen y siempre triunfa la democracia”.

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La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contempla que las personas privadas de libertad tienen derecho a participar en actividades culturales, deportivas, sociales, y a tener oportunidades de esparcimiento sano y constructivo. Sin embargo, los allegados de Camacho comentan que este no es el caso de la autoridad.

El gobernador tiene hábitos distintos de sueño, por las noches duerme poco, tema que complica su situación de salud. No obstante, esto es aprovechado para sus estudios.

En el interior de esa celda, Camacho lee y la solicitud frecuente es que le proporcionen libros relacionados a la Abogacía, así como también se dedica a escribir, al punto que tiene varias agendas llenas, escribe cartas y dedica tiempo a la oración.

“Él lee mucho, siempre me pide libros. Cuando yo voy me dice ‘me va a traer estos libros y aparte anota todo’. Tiene no sé cuántas agendas y ahí va anotando todo. Entonces cada vez que voy, una vez a la semana, me dice ‘me va a traer esto, me va a traer este Código, me va a traer esta Ley’”, reseña su abogado y amigo.

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Su abogado lo visita una vez por semana. Juntos, y por separado en los días que no se ven, trabajan en la defensa de los casos que pesan sobre el gobernador. Normalmente esto se da los miércoles. Mientras que los jueves coordina labores relacionadas a la Gobernación.

De viernes a martes se ocupa para recibir a sus hijos, incluido a su yerno, así como a su esposa Fátima. Aunque en este último caso las visitas disminuyeron debido a su estado de gestación y posterior nacimiento de Rafael a principios de noviembre, el cuarto hijo del gobernador.

Restricción a la comunicación

“Luis Fernando Camacho está privado de cualquier tipo de comunicación, en contra de la Ley 2298, que deberían conocer muy bien sus captores; no habla de ningún régimen especial como el que creó el director de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias. Todos los privados de libertad, hasta los condenados, tienen derecho a visitas”, cuestionó el abogado.

La Ley 2298 establece que todo interno tendrá derecho a recibir visitas dos veces a la semana, todos los domingos y los días feriados, sin más restricciones que las relativas al horario, orden y seguridad previstas en el Reglamento Interno del establecimiento.

Martín Camacho denunció que Limpias fue el encargado de habilitar una lista para las visitas y este funcionario decide quiénes ingresan o no, reglas especiales que no están previstas en la Ley 2298.

Durante su año de reclusión llegaron asambleístas, pastores, sacerdotes, periodistas y activistas llegaron al penal en busca de reunirse con la autoridad, pero, al no figurar en la lista “que restringe sus derechos y lo mantiene incomunicado”, es improbable tener algún contacto con la autoridad.

“La CIDH establece esto como una tortura blanca. Eso es lo que está haciendo el señor Limpias que es un torturador. Es más que un verdugo y yo se lo digo, se lo he dicho en su cara y no tengo ningún problema con decirlo nuevamente. Y voy a sostener mis palabras siempre, porque al tarde o temprano ellos van a tener que responder de todo lo que están haciendo”, Sostuvo el abogado en entrevista con UNITEL.