Un preso en EEUU morirá asfixiado con nitrógeno, la técnica de pena de muerte que la ONU califica como “tortura”

La ejecución será en Alabama. El reo, que ya sobrevivió a una inyección letal en 2022, sufre ataques de pánico tras aquella experiencia traumática y ha fracasado en su intento de retrasar su muerte

Publicado: 25/01/2024 18:03
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Un recluso será ejecutado este jueves mediante inhalación directa de nitrógeno en Alabama, sur de Estados Unidos, en la primera vez que se aplica a una persona este método que la ONU equipara a “tortura”.

La ejecución de Kenneth Eugene Smith, condenado a muerte en 1996 por el asesinato de una mujer ordenado por su marido, será la primera del año en Estados Unidos, donde en 2023 hubo 24, todas por inyección letal.

La gobernadora republicana de este estado, Kay Ivey, ha fijado un plazo de 30 horas, a partir de las 06:00 GMT del jueves, para llevar a cabo la ejecución.

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Ya intentaron ejecutarlo en noviembre de 2022, pero los funcionarios de la prisión fueron incapaces de colocarle la vía intravenosa para administrarle la inyección letal en el tiempo legalmente previsto, después de “haber permanecido atado varias horas”, según sus abogados.

Alabama es uno de los tres estados del país que permiten las ejecuciones por inhalación de nitrógeno, en las que la muerte se produce por hipoxia, es decir por falta de oxígeno.

La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ACNUDH) afirmó la semana pasada estar “alarmada” por esta ejecución programada “utilizando un método inédito y no probado, la hipoxia por nitrógeno”.

Esto “podría constituir tortura u otros tratos crueles o degradantes según el derecho internacional”, advirtió la portavoz Ravina Shamdasani, quien pidió que la ejecución se suspenda.

Kenneth Eugene Smith, de 58 años, ha recurrido a la Corte Suprema de Estados Unidos alegando que este nuevo intento de ejecución violaría sus derechos constitucionales, además de solicitar su suspensión. Anteriormente todas las apelaciones que ha presentado en Alabama fueron rechazadas.

Pero el máximo tribunal del país, con mayoría de magistrados conservadores, rechazó la petición el miércoles.

En sus alegatos, el estado de Alabama señala que la hipoxia con nitrógeno es “quizá el método de ejecución más humano jamás inventado”.

Kenneth Eugene Smith presentó el jueves un último recurso ante la Corte Suprema, que previsiblemente correrá la misma suerte.

“Todavía estoy traumatizado por la última vez”, confesó en diciembre en una entrevista a la radio pública NPR, en la que confesó estar “absolutamente aterrorizado” ante la perspectiva de volver a pasar por lo mismo.

Fue declarado culpable del asesinato en 1988 de Elizabeth Dorlene Sennett, de 45 años, ordenado por su marido, Charles Sennett, un pastor muy endeudado e infiel, para que pareciera un robo que acabó mal.

A pesar de que el marido se suicidó, la policía siguió la pista del asesinato que le llevó a dos hombres. El cómplice de Kenneth Eugene Smith, John Forrest Parker, que había sido condenado a muerte, fue ejecutado en 2010.

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Kenneth Smith también fue condenado a muerte una vez, pero el juicio fue anulado en apelación.

En 1996, en su segundo juicio, 11 de los 12 miembros del jurado estaban a favor de la cadena perpetua.

Pero en su caso, como en el de su cómplice, el juez desautorizó a los jurados y le condenó a muerte, una posibilidad que existía entonces en algunos estados pero que ahora se ha abolido en todo el país.

En su informe anual de diciembre, el observatorio especializado Centro de Información sobre la Pena de muerte (DPIC, por sus siglas en inglés) señaló que la mayoría de los presos ejecutados en Estados Unidos en 2023 “probablemente no serían condenados a muerte hoy”.

Se basa en los cambios en la legislación y en que ahora se toman más en cuenta los problemas de salud mental y los traumas de los acusados.

La pena de muerte ha sido abolida en 23 estados del país y otros seis observan una moratoria en su aplicación por decisión del gobernador.

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