Tokio, 29 ago (EFE).- Japón ejecutó hoy en la horca a dos reos, lo que eleva a once el número de veces que se ha aplicado la pena de muerte desde que llegó al Gobierno el Partido Liberal Demócrata (PLD) a finales de 2012, informó hoy la agencia de noticias Kyodo.
Los ejecutados fueron Mitushiro Kobayashi, de 56 años, ahorcado en Sendai (suroeste) por incendiar una oficina de préstamo y matar a cinco personas, y Tsutomu Takamizawa, de 59 años, jefe de un grupo "yakuza" ajusticiado en Tokio por el asesinato de tres personas, según anunció el ministro japonés de Justicia, Sadakazu Tanigaki.
Kobayashi fue condenado por crímenes cometidos en 2001, cuando después de que se le denegara un préstamo en un establecimiento de la localidad de Hirosaki (norte), bloqueó las puertas del mismo, vertió gasolina y le prendió fuego, lo que acabó con la vida de los cinco dependientes.
El condenado, taxista de profesión, también intentó robar el dinero que había en la caja y dejó a otras personas heridas leves. Kobayashi fue sentenciado a muerte en 2003 por el Tribunal de Aomori y su condena fue ratificada en 2007 por el Tribunal Supremo de Japón.
Takamizawa, por su parte, era el líder de una organización mafiosa en la prefectura de Gunma (centro), y mató a tiros en 2001 a otra persona por un caso relacionado con una estafa.
En 2005, dos "yakuzas" de una organización rival fueron asesinados por disparos en un crimen que fue atribuido al propio Takamizawa o a miembros de su grupo.
En 2008, un tribunal local dictaminó la pena capital para el líder mafioso por estos tres asesinatos, decisión que fue respaldada en 2012 por el Supremo.
El ministro nipón de Justicia afirmó que antes de dar el visto bueno a las ejecuciones ambos casos fueron "examinados en detalle", y justificó la pena de muerte por respeto a los allegados de las víctimas, en rueda de prensa.
"Son dos casos que han quitado las preciadas vidas de personas por motivos egoístas. Creo que las familias de las víctimas están muy dolidas", afirmó Tanigaki.
El hasta hoy último ejecutado en Japón había sido Masanori Kawasaki, de 68 años, ajusticiado en Osaka (oeste de Japón) el 26 de junio por el asesinato de sus dos nietas y de su cuñada en 2007.
Tras las dos ejecuciones de hoy, quedan 126 presos condenados a la pena capital en Japón y a la espera de que se aplique su sentencia.
Japón, que junto con Estados Unidos es el único país industrializado y democrático que aún aplica la pena de muerte, ejecuta en la horca a los condenados en el mayor de los secretos, sin aviso previo a los reos y sin testigos.