Hamás culpa a Israel de romper la tregua y de matar al menos a 32 gazatíes en tres horas
“La ocupación es responsable de la reanudación de la guerra y de la agresión nazi contra la Franja de Gaza, después de negarse durante toda la noche a aceptar todas las ofertas para liberar a más rehenes”, entre ellos ancianos, indicó Hamás en un comunicado
El grupo islamista Hamás responsabilizó este viernes a Israel de la ruptura de la tregua, que había durado siete días, y aseguró que al menos 32 gazatíes murieron en las primeras tres horas tras reanudarse los ataques israelíes.
“La ocupación es responsable de la reanudación de la guerra y de la agresión nazi contra la Franja de Gaza, después de negarse durante toda la noche a aceptar todas las ofertas para liberar a más rehenes”, entre ellos ancianos, indicó Hamás en un comunicado.
El grupo islamista aseguró que Israel también se negó a aceptar la liberación de Yarden Bibas y la entrega de los cuerpos de su familia israelo-argentina: su esposa, Shiri Silverman, y sus hijos Kfir, de diez meses, y Ariel, de cuatro años, quienes fallecieron en Gaza por los bombardeos israelíes, según Hamás.
“La ocupación se negó a aceptar todas estas ofertas, porque tenía la decisión previa de reanudar la agresión criminal”, aseguró Hamás, que responsabilizó a Estado Unidos, principal socio de Israel, por “la continuación de los crímenes de guerra sionistas en la Franja”.
Estas declaraciones contradicen las del gobierno de Israel, quien culpó al grupo islamista por el fin de la tregua. “La organización terrorista Hamás-Estado Islámico violó el plan, no cumplió con su deber de liberar hoy a todas las mujeres secuestradas y lanzó cohetes contra los ciudadanos de Israel”, indicó la oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu, quien ya había dicho anteriormente que el cese el fuego no sería de ninguna manera permanente.
El fuego cruzado se reanudó desde las primeras horas de esta mañana con el lanzamiento de cohetes por parte de las milicias en Gaza, que activaron las sirenas en ciudades israelíes de Sderot, Askalón y numerosos kibutz cercanos a la Franja; así como con potentes ataques por aire, tierra y mar por parte de las fuerzas israelíes a los largo de todo el enclave palestino.
”A las tres horas del fin de la tregua, las incursiones lanzadas por el Ejército de ocupación israelí provocaron la muerte de 32 ciudadanos y heridas a decenas de personas, la mayoría de ellas niños y mujeres”, denunció el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás.
Las imágenes de colosales hongos de humo y polvo sobre la Franja volvieron a publicarse, mientras cientos de palestinos buscaban desesperadamente a sus familiares bajo los escombros o corrían con heridos en los brazos tratando de encontrar ayuda.
Estados Unidos advirtió anoche a Israel contra la reanudación de los combates, a menos de que tuviera un plan concreto para evitar muertes y desplazamientos masivos entre los gazatíes civiles, pero el Ejército ya se había dicho “dispuesto a atacar a cualquier hora”.
El jueves fue la séptima y última jornada de una tregua negociada por Catar, Egipto y Estados Unidos, a través de un acuerdo que incluyó la liberación de 105 rehenes a cambio de la liberación de 240 presos palestinos en cárceles israelíes y la entrada de ayuda humanitaria a Gaza.Catar afirmó que continuará negociando para “volver a la tregua”, y expresó su “profundo pesar” por los nuevos ataques israelíes.
La tregua supuso una pausa a la guerra que estalló el 7 de octubre tras un ataque del brazo armado de Hamás que incluyó el lanzamiento de miles de cohetes hacia Israel y la infiltración de unos 3.000 milicianos que masacraron a unas 1.200 personas y secuestraron a otras 240 en aldeas israelíes cercanas a la Franja de Gaza.
Desde entonces, y hasta el día en que comenzó la tregua, el 24 de noviembre, las fueras de Israel mantuvieron una implacable ofensiva sobre el enclave palestino que ha dejado más de 15.000 muertos, otras miles de personas sepultadas bajos los escombros, y casi dos millones de desplazados que viven una grave crisis humanitaria ante el colapso de los hospitales y la escasez de vivienda, agua potable, alimento, medicinas y electricidad.