Contrabando de diésel y gasolina en Guayaramerín: El doble negocio del combustible subvencionado en la frontera con Brasil
Los contrabandistas usan los “peque peque” y mediante este transporte pluvial “escapan” miles de litros de combustible subvencionado todos los días al territorio brasilero.
Publicado: 04/06/2023 20:48
Los dólares del país convertidos en gasolina y diésel fugan hacia otro territorio. El contrabando de combustible en el norte del país no deja de sorprender por los mecanismos que usan los contrabandistas para internarlos en el vecino Brasil. No importa si es de día o de noche.
El negocio ilegal se campea en horas de la madrugada en Guayaramerín, en Beni. Antes del amanecer el carburante subvencionado boliviano tiene que pasar la frontera y solo se necesitan como máximo 10 minutos. Eso es lo que separa al comerciante ilegal de su ganancia.
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UNITEL llegó hasta este punto del país y constató un irregular movimiento de combustible en pequeños y grandes bidones para comercializarlos en el vecino país.
Los contrabandistas usan pequeñas embarcaciones conocidas como “peque peque” y mediante este transporte pluvial “escapan” todos los días miles de litros de combustible subvencionado por el Estado boliviano a territorio brasilero.
A esta región de Bolivia no llegan los decretos estatales, normas o leyes para el control cotidiano del contrabando de combustible. Ya sea de día o noche, los contrabandistas se guían por el reflejo de la luna para completar esta hazaña ilegal.
Los contrabandistas se dividen en dos: el contrabando hormiga y los mayoristas. En bicicleta, moto o camión, así trasladan el combustible subvencionado, el contrabandista gana a costa del Estado.
“Pasamos gasolina al otro lado (Brasil) porque allá pagan más caro. Llenamos los tanques de las motos y vaciamos a los galones y en la madrugada cuando no hay mucho control, logramos hacer este trabajo”, contó de forma escueta un contrabandista que habló con UNITEL.
El negocio ilegal se campea en horas de la madrugada en Guayaramerín, antes del amanecer, el combustible subvencionado boliviano tiene que pasar la frontera hasta llegar a terreno brasilero.
Para cruzar de un país a otro se necesitan como máximo 10 minutos. Así se desangra a la economía del país.
“Mientras más control, salen más contrabandistas, el contrabando ahora está en la gasolina y diésel”, dijo otra persona dedicada a este ilícito.
Mirá el informe especial:
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