Una mujer denuncia que la despidieron por publicar un meme tras pedir un aumento
La joven madre quedó en shock cuando fue despedida por publicar un meme. Reclama el pago de sus salarios y liquidación para emprender un negocio
Tamara de los Santos, una joven de 31 años y madre de una niña de cinco, se encontraba trabajando en una panadería en la ciudad de Brandsen hasta que el pasado martes 4 de julio recibió un mensaje de su empleador informándole que había sido despedida. La razón detrás de esta sorprendente medida fue el meme que ella había compartido en su cuenta de Facebook, el cual había disgustado al dueño de la panadería.
El despido de Tamara por compartir un chiste generó una amplia difusión en las redes sociales. Muchos usuarios expresan su incredulidad ante la decisión del empleador, Tamara denuncia otras prácticas laborales informales que experimentó en ese establecimiento y espera, aunque sin muchas esperanzas, que su empleador le pague lo que le adeuda, incluyendo aguinaldo y vacaciones.
Según cuenta Tamara, ella se encontraba trabajando de manera no registrada (en negro), encargada de la atención al público, hasta que el dueño del local, la pasó al área de pastelería. “En marzo, él me propuso cambiar de atención al público a la producción. Me dijo que me pagaría 13.000 pesos por semana y que, si me iba bien, aumentaría a 18.000”, relató la joven.
A pesar del tiempo transcurrido, el aumento prometido nunca llegó. Además de trabajar sin viáticos ni ningún otro beneficio que ofrecen los empleos formales, Tamara pasó tres semanas consecutivas sin tener un día libre.
“Trabajaba de lunes a viernes en la producción y los sábados y domingos debía abrir los locales para atender al público. Marcelo me pidió que le hiciera ese favor y así lo hice”, explica Tamara, quien a pesar de todo, estaba satisfecha con su trabajo.
Cuando pasó un mes y medio desde que Tamara fue trasladada a la producción y no hubo noticias del aumento prometido (aunque ella había aprendido a realizar su tarea correctamente), decidió plantear la situación a su empleador. “Entonces él me respondió: ‘Yo no soy Sapucay, que paga aguinaldos’”, relató Tamara.
Sapucay es una empresa local dedicada al procesamiento de pollos, que según cuenta Tamara, tiene a todos sus empleados registrados y en regla. El dueño de la panadería mencionó a Sapucay como ejemplo de lo que él no podía hacer, porque según Tamara, “estaba a punto de abrir dos locales más” en la zona. “Tenía capacidad para abrir dos locales, pero no para pagar el aguinaldo”, reflexiona la joven.
El despido se produjo a raíz de un meme que Tamara compartió en su cuenta de Facebook. El meme hacía referencia de manera irónica a los empleados que no tienen la oportunidad de cobrar el aguinaldo debido a su empleo informal.
El meme consistía en la imagen de un joven sosteniendo un cartel que decía: “Lo que a vos te divierte, a otros nos lastima. Por favor, no subas que cobraste el aguinaldo”.
La joven añadió de manera jocosa: “Jajaja, ya quería la ilusa que le paguen aguinaldo. ‘No soy Sapucay’, le contestó”. De esta manera, Tamara hacía una sutil referencia al diálogo que había mantenido con su jefe, sin mencionar el nombre de la panadería ni el de su empleador. Además, explicó en un video de TikTok que su cuenta y su publicación estaban configuradas como privadas, por lo que nadie de la panadería debería haber tenido acceso a ello.
Sin embargo, alguien tomó una captura del meme y se lo envió al empleador. Enseguida, Tamara mostró en un video y en una publicación el mensaje de WhatsApp que le envió su empleador. En el mensaje se podía ver que Marcelo publicó el meme que su empleada había subido a Facebook y le escribió: “La verdad, esto es un disparate, Tamara. Dime las horas que trabajaste y separaré tu paga”.
Ante la confusión de Tamara por no entender lo que le estaban diciendo, el empleador insistió: “Yo voy a las 10, por favor, te pido que te vayas”. “¿Ah, me tengo que ir?”, preguntó Tamara y agregó: “Esto es muy duro”. Luego escribió: “¿Me quieres echar por un meme?”.
Según relata la joven despedida. “Estaba decorando una torta y recibí ese mensaje con la captura del meme. Le dije a mi compañero: ‘Me están echando por un meme’”, rememora Tamara.
Ese mismo día, antes de que llegara su empleador, Tamara abandonó la panadería. “Me fui llorando mucho. No volví a verlo a él. No me pagó nada. Ni mi liquidación ni el aguinaldo. Dijo que me haría un plan de pago, pero eso quedó en el olvido”, relata la joven.
Tamara, que reside en Domselaar, a unos 15 kilómetros de Brandsen, donde se ubica la panadería en la que trabajaba, menciona que el viernes pasado le envió un mensaje a su empleador solicitando nuevamente la liquidación, pero este lo ignoró por completo. Ella señala que necesita ese dinero para reinvertirlo y poder abrir nuevamente su tienda de ropa, la cual tenía antes de reintegrarse a la panadería.
Ante la repercusión que ha tenido su historia en las redes sociales y los medios, Tamara señala: “Se volvió muy viral. Creo que llamó la atención porque me despidieron por un meme. Espero que nadie más pase por lo mismo y que los empleadores comiencen a tomar conciencia de que no se debe tener empleados en negro, o si los tienen, deben pagarles lo que les corresponde. Nosotros somos su cara en los negocios. Cuando la gente reclama, nosotros respondemos”.
Tamara dice que, de no recibir una pronta respuesta, considerará recurrir a la justicia. Además, se sorprende al conocer otros casos de usuarios que trabajaron en la misma panadería y relataron situaciones de injusticia similares. “A un compañero lo despidieron porque se desmayó en el trabajo y a otro por solicitar un día libre”, cuenta Tamara, mencionando solo dos casos que conoció recientemente.
En cuanto a su situación actual, Tamara solo busca que le paguen lo que le deben después de haber sido despedida, con el fin de invertir en un nuevo emprendimiento. Aunque no espera mucho de su antiguo empleador, está resignada a que no le paguen, ya que desde el mismo martes que fue despedida, parecía que no tenían la intención de hacerlo.
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