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14 años después de las violaciones, Manitoba se enfrenta a la división

UNITEL realizó un informe especial sobre la situación de esta colonia menonita en la que hace catorce años se registraron más de cien casos de violaciones y que inspiró una cinta ganadora de un Óscar

Mario Rocabado
19-03-2023

Han pasado catorce años desde que la colonia menonita Manitoba viviera más de 100 casos de violación que causaron horror en la sociedad boliviana, pero ahora enfrenta otro problema: la división de sus integrantes entre los que anhelan usar tecnología, acceder a la electricidad o poder conducir un vehículo de motor y quienes apuntan a estas cosas como contradictorias a las normas religiosas impulsadas por sus líderes.

En el año 2009 cuando se denunció la violación de más de 130 mujeres, entre niñas, adolescentes y adultas, que fueron vejadas por sujetos miembros de la misma comunidad. El problema se salió de control y los líderes religiosos que tuvieron que pedir ayuda a la Fiscalía y Policía Boliviana para resolver esta situación.

Nueve menonitas fueron detenidos por los integrantes de la colonia y entregados a la Policía acusados de cometer las violaciones; uno escapó y siete fueron sentenciados a 25 años de prisión en Palmasola. Se conoce que a quien fabricó el químico que se usaba para adormecer a las víctimas, lo sentenciaron a doce años de prisión por el suministro de droga.

‘Ellas hablan’, la película ganadora de un Oscar a mejor guion adaptado, vuelve la mirada a la colonia que supo vivir un infierno el año 2009 y que poco a poco borra los recuerdos en medio de este pequeño mundo donde las familias se mantienen aisladas del mundo moderno para preservar sus costumbres y su religión.

MIRA AQUÍ: ‘Ellas hablan’: ¿De qué trata la ganadora de un Oscar e inspirada en un hecho real ocurrido en Bolivia?

Ahora en este sitio, donde la carroza y el caballo son los únicos medios de trasporte permitidos por los líderes religiosos, para ser aceptado, los hombres y las mujeres tienen que negarse a la tecnología y someterse a la vida del campo.

Actualmente, en Manitoba viven 2.800 familias, tienen cuatro almacenes para comprar víveres. Esta colonia enfrenta ahora la división de los integrantes debido a su forma de pensar en donde 30 familias decidieron dejar la religión que siguen y fueron expulsados, pero aún viven en uno de los 24 campos que forman la comunidad.

Jacob Freser vive junto a su esposa y sus 10 hijos: 3 mujeres y 7 hombres, que trabajan todos los días desde las 5:00 y en donde los niños solo tienen derecho de estudiar hasta saber leer y escribir, luego son utilizados para trabajar; en este caso, los dos hijos menores de Jacob, de entre 10 y 12 años, ya son expertos conductores de tractores.

Las mujeres son educadas para trabajar dentro de casa y criar a sus hijos, además tienen prohibida la educación superior y su opinión no es tomada con relevancia siendo limitada a obedecer a su esposo.

MIRA AQUÍ: “Ellas hablan”, la cinta que narra abusos en una colonia menonita, gana Mejor Guion Adaptado

Ahora, Manitoba muestra un contraste entre los que ven la religión y el trabajo como patrones de vida y los que piden adaptarse al mundo moderno y su tecnología; uno de ellos es Juan Huiber, quien es uno de los primeros menonitas que se apartó de la religión que practican en la colonia y sueña con un mundo diferente para sus hijos.

El campo 309 es el refugio de las 30 familias apartadas de la colonia. Aquí nadie está obligado a utilizar la vestimenta tradicional. Este grupo puede hacer deportes, tener acceso a la televisión, la radio o el celular; son los denominados rebeldes y pueden andar en vehículos de dos o cuatro ruedas.

Los niños son educados en el idioma español por un profesor boliviano a donde asisten 45 alumnos de entre 5 y 12 años.

UNITEL realizó un informe especial sobre lo que se vive actualmente en esta colonia que puedes ver en el siguiente video:

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