La campana del Plan 3.000 fue secuestrada en enfrentamientos del lunes
El símbolo de unidad del barrio La Campana fue tomada como un trofeo de guerra por una turba que se opone al paro por el Censo. Minutos después fue recuperada pero averiada
Tras ser arrebatada el lunes por la madrugada por un grupo de personas que se oponen al paro indefinido por el Censo, la campana, del Plan 3.000 fue recuperada; sin embargo, quedó muy averiada por los golpes que recibió y se perdió el tirante metálico con el que colgaba desde un mojón, por lo que fue llevada a un taller para su reparación.
Utilizando petardos y aprovechando los gases lacrimógenos que lanzaban los policías, la campana fue arrebatada por una turba que tomó este símbolo como si se tratara un trofeo de guerra.
Este acto provocó la molestia de los vecinos del barrio La Campana que expresaron su impotencia por lo ocurrido, pues este objeto no solo le dio el nombre a esta zona, sino porque también es considerado un símbolo de unidad que es usado hasta ahora para convocar a reuniones en este vecindario.
”Es una impotencia, esta campana estuvo más de 40 años aquí. No puede ser que se la lleven así, es una falta de respeto a nuestro barrio”, manifestó Miguel Vaca, vecino del lugar.
La campana fue recuperada la misma madrugada del lunes; sin embargo, fue golpeada de tal manera que quedó averiada y las cuerdas de acero que la mantenían suspendida del mojón donde se encontraba fueron extraviadas.
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Los vecinos de La Campana volvieron a colocar este objeto desde el mojón colgándolo con cuerdas simples; sin embargo, al ver que no iba a resistir el peso, decidieron volver a bajarla para que sea llevada a un taller para su reparación.
UNIDAD DESDE 1983
Fue en 1983, cuando esta zona comenzaba a recibir a sus primeros habitantes. Uno de ellos fue Andrés Ortega de 76 años, quien fue uno de los artífices para que la campana se convierta en un símbolo.
”Nos sentimos identificados porque hemos crecido con la campana, es un símbolo de unión”, explicó, Andrea Ortega, hija de Andrés.
Ella recuerda que un día un menonita estaba a bordo de su carroza transportando varios fierros cuando de repente se le rompió uno de los ejes, motivo por el que pidió ayuda para guardar su vehículo mientras buscaba ayuda para repararlo.
Pasaron los días y el menonita regresó a la casa de Ortega, quien lo convenció para que le venda la campana en 50 bolivianos, y posteriormente, con la ayuda de vecinos, fue colgada desde lo más alto de un árbol y después de unos años fue suspendida desde un mojón.
Como eran pocos los habitantes de esta zona y las casas no eran contiguas, se repicaba la campana, para convocar a los vecinos cuando era necesario una reunión del barrio.
Así fue como esta campana dio nombre a este barrio y se convirtió en un símbolo en todo el Plan 3.000.
Este lunes, la campana no se fue vista en el mojón desde donde se escucha su repicar; sin embargo, existe expectativa por ver cómo quedará después de su reparación.