¿Quién inventó los besos?: Conozca el origen de esta expresión de amor
Este 13 de abril se celebra el Día Mundial del Beso, aquí repasamos su origen y algunas curiosidades que debes conocer
El beso es una manifestación de amor, cariño y afecto que se ha practicado a lo largo de la historia de la humanidad. Pero ¿cuál es su origen y cómo ha evolucionado a lo largo del tiempo? En este artículo, exploraremos la historia del beso y su significado cultural y social.
El beso tiene sus raíces en la antigua cultura hindú, donde se cree que se practicaba como una forma de unión espiritual entre dos personas. De hecho, en los textos hindúes más antiguos, como los Vedas, se menciona el acto del beso en varios contextos, como el matrimonio y la religión.
Sin embargo, el beso como lo conocemos hoy en día se popularizó en la cultura griega y romana. En la Grecia antigua, el beso era una forma de expresión de amistad y camaradería, y se solía dar en la mejilla o en la mano. En la Roma antigua, el beso era más sensual y se utilizaba como una forma de demostrar amor y pasión.
Durante la Edad Media, el beso comenzó a tener un significado más romántico y se convirtió en una forma de expresión entre los amantes. En la literatura y el arte medieval, el beso se representaba como una muestra de amor incondicional y de devoción.
En la época victoriana, el beso se volvió más reservado y se consideraba inapropiado en público. Los besos eran algo íntimo y privado, y se solían dar en la mano o en la frente. También se popularizó el beso en la mejilla como una forma de saludo entre amigos y conocidos.
En la cultura occidental moderna, el beso ha evolucionado para incluir una amplia variedad de significados y contextos. El beso en la mejilla se ha convertido en una forma común de saludo en muchas culturas, mientras que el beso en los labios sigue siendo una forma de demostrar amor y pasión.
En otras culturas, el beso tiene un significado diferente. Por ejemplo, en algunas culturas orientales, el beso se considera una forma de mostrar respeto y deferencia, y se da en la mano o en la frente. En otras culturas africanas, el beso se utiliza como una forma de mostrar amistad y camaradería.
En resumen, el beso ha evolucionado a lo largo de la historia como una forma de expresión de amor, cariño y afecto en diferentes contextos culturales y sociales. Aunque su significado puede variar según la cultura y la época, el beso sigue siendo una manifestación universal de nuestros sentimientos más profundos y una forma de conectar emocionalmente con los demás.
Curiosidades de la historia del beso
Heredadas de antiguas tradiciones y costumbres históricas, existen una gran variedad de formas de interpretar el beso o distintas formas de besar. Para expresar ese deseo se ha recurrido a diferentes procedimientos. Vamos a ver las más curiosos:
Los filipinos besan acercando la nariz a la cara y sorbiendo, aunque en Manila (capital de Filipinas) emplean también los labios, manifestando su interés sexual arrugando la nariz como si quisieran olfatear, ya que el olfato tiene más importancia que el tacto en el amor primitivo: no dicen como nosotros “dame un beso”, sino “huéleme”.
Los japoneses carecen de palabra para “beso” entre dos personas.
Los chinos besan a su amante tocándole la mano, la mejilla o la frente, no con los labios sino con la nariz, olfateándola, y rematando la operación con un chasquido de labios.
Los esquimales y ciertas tribus somalíes y de Nueva Zelanda desconocen el beso o no lo relacionan con el amor.
En Melanesia (que forma parte de Oceanía) los enamorados se despiojan mutuamente, y cuando la pasión va tomando fuerza se arrancan los pelos y se besan.