Hale-Bopp el cometa que llegó a verse a simple vista desde la Tierra y que desató una tragedia en una secta

Hale-Bopp es un cometa que fue descubierto por los científicos Alan Hale y Thomas Bopp en 1995. Este cuerpo celeste generó gran expectativa en la humanidad ya que pasó cerca de la tierra en 1997 y pudo verse a simple vista durante 18 meses.

Según la NASA fue uno de los más brillantes, incluso más que el cometa Halley y con el auge de internet las imágenes que captaron del cuerpo celeste recorrieron con rapidez el mundo entero, señaló el sitio Space.

El sitio relató que probablemente fue uno de los cometas más vistos de la historia y que sus colas gemelas azules y blancas se podían ver desde zonas con contaminación lumínica como Chicago (Estados Unidos).

MIRA AQUÍ: ¿Dónde queda? Una ciudad no verá el sol hasta el 2024

Sin embargo, su paso fue empañado por una tragedia, un sucidio colectivo de 39 personas que pertenecían al culto “Heaven’s Gate”, una especie de secta que fue dirigida por Marshall Applewhite que defendía la abstinencia sexual y que tenían una página web con material espiritual y apocalíptico.

De acuerdo a un reportaje de Infobae no promovían el suicidio pero sí una ‘salida voluntaria para entrar en el Reino del Cielo’, además que señalaba que todo lo humano debía abandonarse para poder ascender, esto no era más que un mensaje oculto para promover la muerte.

MIRA AQUÍ: ¿Sueña con serpientes? Conozca cuál es el significado de hacerlo

Al enterarse del paso del cometa Hale Bopp, Applewhite, sostenía que un integrante de este culto llegaría a bordo del cometa en una nave para encontrarse con ellos y llevarlos a otro destino.

En marzo de 1997, los miembros se aislaron en un rancho y se grabaron declaraciones de la despedida. Se conoce que primero se ‘purificaron los cuerpos’ bebiendo grandes cantidades de jugo de limón, otros tomaron una mezcla de vodka con medicamentos y todos vestían uniformes con parches negros que decían “Heaven’s Gate Away Team”.

Uno de los últimos en quitarse la vida fue Applewhite. El 26 de marzo de 1997 nadie quedaba vivo pero Applewhite dejó instrucciones a Richard Fox, un miembro que siguiendo las órdenes de su líder, llegó hasta el lugar y filmó con una cámara de video la terrible tragedia.

Luego llamó al 911 y denunció el crimen que para el Sheriff de la policía de San Diego nunca antes habían visto algo así.