“Fue un proceso difícil”: Hombre que fue barrendero por 22 años se titula de contador a los 40

El típico refrán “para estudiar no hay edad” se aplicó en un hombre que pese a sus limitaciones económicas, terminó sus estudios profesionales y se graduó a los 40 años.

Se trata de Leonardo Bermúdez, un hombre que trabajó por 22 años como barrendero en Argentina y que desde niño tenía el sueño de ingresar a una universidad y ser contador; sin embargo, por la crisis económica del 2001 (en su país), esos sueños fueron truncados y “Leo” tuvo que continuar trabajando para generar dinero y subsistir.

“Quise ser contador toda mi vida, desde chiquito. Cuando egresé de la escuela secundaria ya tenía contacto con la contabilidad porque la orientación era económica y descubrí que era realmente lo que me gustaba”, contó Leonardo al medio argentino TN.

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Su historia de vida es catalogada como un ejemplo de vida para los jóvenes de la nueva generación que tienen todas las aptitudes, recursos y apoyo de sus padres para estudiar.

La falta de dinero y los años, no fueron impedimento para Leonardo ingresar a una universidad pública y graduarse como contador público.

“Fue un año difícil y no se hizo fácil seguir el ritmo. Había muchas necesidades, tuve que empezar a buscar trabajo y así, tristemente, fui dejando de lado mi sueño. En ese momento no fue fácil, pero con los años uno comprende mejor la situación”, agregó.

Pasaron los años y Leonardo adquirió más responsabilidades y cada vez sus sueños estaban más lejanos.

Ante esas adversidades y aun estudiando la universidad, Leonardo formó una familia con María, su esposa, y tuvo una hija, así que consiguió empleo como barrendero en la empresa encargada de la recolección de basura y limpieza de su ciudad.

“Me convencía porque trabajaba durante la mañana y en la tarde le podía dedicar tiempo a la universidad. No quería abandonar mi sueño tan fácil”, explicó.

Sostener a un hogar económicamente obligó a Leonardo dejar la universidad y dedicarse a trabajar tiempo completo para generar más dinero, pues tenía mayor responsabilidad ante el crecimiento de su pequeña hija.

A pesar de esta situación, Leonardo vio en su hija un impulso para continuar sus estudios, ser profesional y ganar mucho más dinero.

“Ella me cambió la cabeza, ya no pensaba solo por mí, había alguien que dependía de lo que haga yo en todos los aspectos, entonces empecé a pensar más en el futuro, yo quería encontrar la forma de concretar mi sueño y eso me dio un impulso”, destacó.

En el 2017, Leo retomó la universidad en Salta hasta concluir sus estudios superiores. El hombre dijo que regresar a la universidad al inicio fue complicado porque tenía “miedo e incertidumbre”

Pasaron los años y Leonardo logró concretar su sueño. El ahora contador agradeció a su esposa, ya que dijo sin ella no lo hubiera logrado.

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“Yo laburaba de 6 a 13, volvía a casa a almorzar con mi nena y después me iba a clases y durante ese tiempo alguien tenía que estar con ella y esa persona era María”, contó el hombre.

Leonardo no solo cumplió con sus tesis, sino que obtuvo una calificación alta.

“Fue un proceso difícil y en una universidad que quiero mucho, que es exigente, pero que te anima a responder. Hoy puedo decir que me siento muy preparado para hacerle frente y también con la necesidad de ejercer porque me gusta y porque estos años estuve usando los recursos de la universidad pública así que de alguna forma considero que tengo que devolverle algo a la comunidad de la que formo parte”, contó Leonardo.