Para quedarse con una casa, una mujer planificó la muerte de su pareja y su hija ayudó a ejecutar el plan

Faustino Cadima Ponce, un hombre de 78 años, vivió solo durante mucho tiempo en su casa ubicada en la urbanización Toborochi de la capital cruceña. Temía que se lo desalojara por lo que pidió a una de sus hijas que lo acompañe para evitar este extremo sin saber que esa decisión le costaría la vida. 

La investigación policial determina que hay una pugna por la vivienda y que la expareja del fallecido, junto a algunos de sus descendientes, disputaba la posesión del inmueble. Motivada por la ambición, la mujer de 80 años que era expareja y madre de los hijos de Faustino, ideó el plan para acabar con la vida del hombre en complicidad de Irma Cadima Ortiz, una de sus hijas y la persona que convivía con la víctima.

Según la Policía, fue Irma quien golpeó al hombre con un fierro de un metro y luego utilizó un machete con el que le quitó la vida. Después, junto a su conyugue, enterraron el cuerpo de Faustino en el patio de la misma casa que disputaban.

"Hay menores que habrían participado de este hecho", dijo Ángel Morales, director de la Felcc al apuntar que estas personas están ahora en manos de la Defensoría y ya se notificó al juez del menor para que se actúe conforme a ley.

Morales informó que se aprehendió a la expareja de la víctima al igual que a su hija y el yerno quienes serán puestos ante la justicia en las próximas horas. Se los acusa de los delitos de parricidio y asesinato.

Se denunció su desaparición en 2020

La Felcc informó que la víctima tenía nueve hijos entre los que se encuentra una mujer que vive en Inglaterra. Fue esta persona quien denunció la desaparición de su padre con quien no tenía contacto desde mayo de 2020.

"Se logra recabar más datos. Cerca de las 23:30 (del miércoles) se logra dar con el cuerpo mediante la exhumación de los restos de la víctima", explicó Morales.

Para ocultar su ausencia, Irma y su madre inventaban diversas excusas como que Faustino había salido de viaje al interior del país. "La autora intelectual es la mamá de 80 años, la hija y (se tiene) la complicidad de los nietos", apuntó el director de la Felcc.