Intervienen bar clandestino que usaba alcohol medicinal en las ‘bebidas económicas’ para sus clientes

A denuncia de los vecinos de la zona Los Andes de la ciudad de El Alto, un contingente policial intervino un bar clandestino donde ofrecían jarras de alcohol con un costo de siete bolivianos y contaba con un moderno sistema de vigilancia para alertar la presencia policial y vigilar los ambientes de la vivienda.

Se trata de una casa particular que fue readecuada para atender a sus clientes y otros bebedores consuetudinarios que asistían todos los días para consumir bebidas “económicas”.

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La vivienda tiene una puerta de metal y una fachada de cemento, por lo que a simple vista no aparenta ser un lugar de expendio de bebidas alcohólicas preparadas de manera artesanal.

Los clientes de este bar clandestino ya conocían una clave para tocar la puerta e ingresar al patio trasero de la vivienda donde estaban instalados unos carretes de madera que eran usados como mesas y algunas sillas de metal.

“Solamente hemos ingresado con una tocada a la puerta para entrar al lugar. Yo puedo decir que vine a este lugar porque tenía problemas con mi esposa. La jarrita nos venden a siete bolivianos”, cuenta uno de los clientes que habló con UNITEL.

En otro de los ambiente se aprecia una cocina de cuatro hornallas y algunas ollas de metal para preparar las bebidas adulteradas. El lugar no contaba con aspectos primarios de salubridad.

De acuerdo al reporte policial, los dueños o administradores del lugar, usaban alcohol medicinal para preparar las bebidas alcohólicas. Además, empleaban esencias para darle “sabor” a las bebidas.

“Usaban especias, hablamos de la canela, clavo de olor, anís, todos estos elementos para que le de sabor a la bebida que estaban consumiendo mediante el alcohol medicinal que es usado para curar las heridas. No es apto para el consumo humano”, informó el Comandante de la EPI de Alto Lima, cnl. Erick Revollo.

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Sin embargo, lo llamativo de este bar clandestino era el uso de un moderno sistema de vigilancia para evadir los controles policiales y el control de los ambientes en su interior. Contaba con más de siete cámaras ante cualquier necesidad de los propietarios.

Tras el operativo, la Policía procedió con aprehender a una mujer y arrestar a los bebedores que se encontraban en el interior del bar clandestino; sin embargo, otra persona responsable del local era una mujer de la tercera edad quien no fue arrestada.

“Mi tía es la dueña, yo le estaba ayudando por hoy día, yo no sabía nada, de tiempo estoy llegando, no sabía nada”, dijo la supuesta administradora que fue encontrada en el área de la cocina

Los vecinos de esta zona piden mayor control policial en este sector de la ciudad de El Alto.