“Dejé las llaves de mi vehículo en la mesa y ella (Shirley) las alzó”, declaró Wilmer Nina

Tras ser aprehendido la mañana de este viernes, Wilmer Nina, involucrado en el atropello y muerte de un menor de 13 años en Montero, aseguró en su declaración informativa que no estaba conduciendo el vehículo del accidente. Agregó que él dejó las llaves en una mesa de donde fueron alzadas por Shirley Velásquez, quien cumple detención preventiva por este hecho.

“Las llaves quedaron en manos de Claudia porque yo dejé las llaves en la mesa y ella alzó mis llaves. Yo siempre presto mi vehículo a mis amigos”, declaró el hombre este viernes cerca al mediodía. 

Nina confirmó que estaba consumiendo bebidas alcohólicas desde las nueve de la mañana del lunes 15 de agosto, día del fatal accidente, aunque al iniciar y cerrar su testimonio reiteró que no estaba al mando del vehículo que arrolló al menor de 13 años que soñaba con ser un jugador de fútbol.

“Salimos del local aproximadamente a las 16:20… me sentí mal y me subí al lado del pasajero y cuando acordé fue el golpe…”, declara Nina, en la primera oportunidad que tuvo para negar ante la Fiscalía y la Policía, haber estado al mando del vehículo que atropelló al menor en Montero.

Según su testimonio Nina estuvo consumiendo bebidas alcohólicas en dos locales antes del accidente y citó a un par de amigos que lo acompañaron en parte del encuentro. 

Reconoció que pasadas las 16:00 se quedó solo con Claudia Shirley Velásquez Becerra, la mujer que fue enviada con detención preventiva a la cárcel de Montero, acusada de ser la que estaba conduciendo el vehículo. Ella en su declaración ante el juez negó tal extremo y afirmó que Wilmer le pidió cambiar el lugar de conductor bajo la promesa que él la ayudaría en todo.

“Que diga la verdad que se ponga la mano al corazón. Yo venía del lado del pasajero, cuando acordé fue el impacto, no pude bajar por el lado del pasajero, baje por el lado de atrás de la señora Claudia…”, declaró Nina cuando el investigador le preguntó sobre las afirmaciones que hizo Claudia, su acompañante, mujer a la que él identifica como una amiga con la que se reúne para compartir.

El hombre que tiene sobre sus espaldas dos antecedentes por homicidios en accidentes de tránsito (en 2007 y 2018) y que provocó la indignación de la población montereña, dijo que ayudó a la familia del niño muerto con alrededor de Bs 3.000, aunque en su testimonio asegura que él no tiene la responsabilidad de estar al mando del vehículo, dejando en manos de la justicia sopesar la versión que da él y las afirmaciones de Claudia, presa en el penal montereño.