Bolivia enfrenta una “dramática” crisis institucional y se arriesga a un escenario sin límites para el poder por conflicto del MAS, advierte analista Silva

El conflicto en el Movimiento Al Socialismo (MAS) ha generado una “dramática” crisis institucional tras “inmovilizar a los principales órganos del Estado”, lo que puede derivar en un peligroso escenario sin límites para el Órgano Ejecutivo, advirtió el analista Marcelo Silva.

“La crisis institucional que vive el país es realmente muy seria, dramática, diría yo, en el sentido de que estas fricciones que sufre el MAS han inmovilizado a los principales órganos del Estado”, afirmó el politólogo en una entrevista en La Revista de la red UNITEL.

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Pero no es solo eso, apunta el analista, en su criterio, el conflicto interno en el MAS, protagonizado por “arcistas” y “evistas” en un ‘fuego cruzado’ sin cuartel, “les ha quitado” a los órganos “sus cualidades consustanciales a su existencia misma”.

“El Órgano Ejecutivo tiene muchísimas dificultades en aplicar políticas públicas en el sentido de que muchas de ellas pasan por la necesidad de leyes que no pueden ser aprobadas en la Asamblea Legislativa Plurinacional”, indicó, como ejemplo.

Asimismo, apunta como segundo elemento que el Legislativo “también ha perdido capacidad de acción de dos elementos fundamentales y que son, insisto, consustanciales a su actividad”

“No puede legislar, porque no tiene la correlación de fuerzas necesarias para poder establecer leyes de alcance, pero que además, de alguna manera también actúan en el ámbito de entorpecer la labor del Órgano Ejecutivo”.

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Pero además tampoco puede fiscalizar “del todo” debido a la resolución de una sala constitucional que “le ha quitado la capacidad”, por ejemplo, de llamar a interpelación a ministros de Estado.

El Órgano Judicial en la mira

Los efectos de los conflictos internos del MAS también alcanzan al Órgano Judicial. “Está completamente paralizado y al inicio del próximo año, cualquier determinación que tomen altas autoridades, porque quedan cesantes en el ámbito del mandato constitucional, podría ser objeción de recursos ulteriores”.

Las elecciones judiciales están paralizadas debido a que las normas para impulsar su proceso fueron observadas y la más reciente, aprobada en el Senado, fue puesta en consulta en el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), lo que paralizó su avance.

“Ya sea la vía del decretazo o ya sea la vía de la prórroga, ambas vías se han establecido como vías inconstitucionales. Por lo tanto, imagínense la consecuencia que podría tener el hecho de una determinación judicial emanada por autoridades que ya no tienen competencia”.

Otro órgano que está afectada por las fracturas en el MAS, es el electoral, según Silva.

Escenarios

¿Se enfrenta el país a una crisis institucional? ¿Qué puede pasar en ese momento?, le preguntó la red UNITEL al politólogo.

“Creo que hay varios escenarios, pero la desinstitucionalización puede dar paso a dos que son importantes, y habrá que jugar sobre esas hipótesis”, indicó.

La primera hipótesis tiene que ver con un proceso de “falta de lineamientos o límites a cierto tipo de acciones, ya sea en el ámbito de la emergencia popular o de las determinaciones del poder político”.

“¿Se imagina usted un Órgano Ejecutivo o un cargo de poder que no tenga límites y que no tenga contrapesos? Es altamente peligroso para el desarrollo de la democracia”, reflexionó.

“Mi pregunta es la siguiente, si el Órgano ejecutivo a partir de enero del próximo año no tiene una instancia que sea capaz de establecer los límites en el ámbito, por ejemplo, de decisiones del Tribunal Constitucional, esto puede dar indudablemente una discrecionalidad a ciertas decisiones. La falta de instituciones siempre es peligrosa para la democracia”, advirtió.

Empantanamiento

Ya son cuatro años y dos gestiones de Gobierno que se afronta este problema en la Asamblea Legislativa Plurinacional y los políticos no logran salir de este empantanamiento; en criterio de Silva, los 14 años del MAS en el poder han impulsado “una especie de entierro a la práctica del pacto y las concertaciones para tomar decisiones políticas, especialmente las que pasan por la Asamblea Legislativa”.

El analista recordó que la practica de los acuerdos políticos se profundizó desde 1985 hasta 2005, cuando “indudablemente las decisiones más importantes pasaron por la Asamblea a través de una cultura de pactos”.

Pactos

Pero el escenario cambió con la llegada del MAS al poder. “Esta práctica no se pudo realizar y no se realizó en los hechos en función de una hegemonía absoluta, no hubo necesidad, el MAS tenía los dos tercios”, puntualizó.

Pero hay una segunda razón que -en criterio del analista- es muy importante, y es de que en el país hay una polarización marcada todavía en el ámbito de un cálculo político que va a definirse, por supuesto, en la realización de las próximas elecciones.

El Gobierno de Jeanine Añez también enfrentó problemas de paralización de la Asamblea. ¿Cuál es el conflicto de fondo? ¿La clase política debe buscar acuerdos para que funcione el país?

“Yo creo que ahora sí urge, urge demasiado. Pero el tema central está en una falta de práctica, insisto, de entender que la democracia son acuerdos políticos, que la democracia es práctica de concertación. Para algunos sectores de la política boliviana todavía el pacto es malo. La capacidad de hacer alianzas está satanizada”, afirmó.

“Por ejemplo, lo vamos a hacer directamente, para la facción de Evo Morales, de los conservadores, de los radicales, el pactar es parte de ceder, para ellos es derechizarse, y eso es equivocado, es una visión completamente hegemónica y autoritaria”, señaló.

“La democracia es pacto y es la capacidad de hacer alianzas y acuerdos políticos”, sostuvo.