El 2020, Evo Morales sentía que tenía “un solo enemigo” que le podía hacer frente al interior del MAS y, tras de él fue. Ese enemigo era y es: David Choquehuanca Céspedes, un personaje alegórico, para los comunes mortales, pero una especie de encantador de masistas sin mayores criterios políticos, con sus propias leyes de física (el reloj da vueltas para el otro lado cambiando de hemisferio, las piedras tienen sexo y otras maravillas como esas) además de una particular versión histórica que se ha cuidado de no escribir para que no quede asentado lo que dice, cuando viaja al campo altiplánico. Don David es poseedor de, vaya uno a saber qué, pero, se lo ve como una sabia autoridad moral entre sus hermanos y hermanas, de manera que es mejor dejarlo así, no sea que un día nos caiga una lluvia de piedras hembras (porque hay piedras machos también) y se nos complique la vida.
El mismo Morales habló de Andrónico Rodríguez, a quien lo dio como “cabeza de encuestas”, pero tal vez ese era un invento del propio huido para jugar con nombres. El 20 de enero del año 2020, Evo Morales eligió en Buenos Aires al binomio Luis Arce y David Choquehuanca, pese a que, sabía que el favorito de los movimientos sociales era Choquehuanca. De eso se encargó “el Jefazo” en una reunión a solas el 17 de enero. Morales pidió desprendimiento al ex canciller que quedó fuera de la carrera presidencial. El discurso del mandamás en Buenos Aires fue: “necesitamos aliados de la ciudad y el campo, otros intelectuales con conocimiento científico de nuestro tiempo” - no hay duda que el autonombrado Larama, devenido ahora en Jilata, no entraba en la lógica de este tiempo -.
El mismo ex presidente dijo que era tiempo de sacrificio y renunciamiento y que “con esta dupla y con Luis Arce se garantiza la economía nacional” (ver 2019, Fraude y Después, Carlos Valverde 2022, Editorial El País, pág 806-807). En ese momento, Morales que había reunido a Arce, Choquehuanca y Pary, logró arrancar el “Acuerdo de unidad y Fortalecimiento del MAS”. El “qué hacer” de todo esto se estableció en Cuba, reconoció Morales. Hasta ese momento, “el eterno jefe del instrumento” se había impuesto, dejando claro que su mando en el partido estaba intacto, aunque no su relación con quien fue su canciller por muchos años.
Evo Morales inventó a Luis Arce, quien nunca dio muestras de pretender hacer política partidaria y callejera; muy por el contrario, se empecinaba en mostrarse como un tecnócrata de “muy buen nivel”, que sabia recibir órdenes y era capaz de inventar aquello que el gobierno necesite. ¿Qué podía salir mal? Morales estaba seguro de tener un muñeco de ventrílocuo, asegurándose él mismo de ser el ventrílocuo por cuyo intermedio hablaría el ex presidente que ganó por 55% de los votos.
Pero hay un dicho popular que dice que “no hay inventor que no se joda con su invento” y Morales “es ese inventor”. Veamos:
Luis Alberto Arce Catacora, descubrió un día que quien tenía los medios para manejar al llamado movimiento social era él; podía ser él quien consolidaría “su Bolivia prebendal”; sería él quien repartiría los “carritos” incautados al contrabando; sería él quien iba a regalar sedes y se encargaría de que siempre haya los medios para mover a las “mayorías agrupadas en los movimientos sociales” que así como se arreglaron con Evo Morales, después de haberlo cambiado a Felipe Quispe, de la misma manera cambiarían a Morales por él (Arce); es lo de siempre, la Bolivia prebendal funciona de esa manera.
Una vez con coraje y mayor peso, Arce saltó a los gajos más fuertes del árbol de poder y logró una fuerza política propia; los antiguos “evistas” que componen su gabinete “le encontraron defectos al ex presidente”, así, el niño ministro, que tiraba cohetes en la calle a los policías, lo llamó de manipulador y mentiroso, “Toyico” lo mismo, igual que Hugo Moldis (que no tiene pega pero tiene publicidad a manos llenas”, o la Ministra Prada, quien lo apoyaba con toda la fuerza que haya podido, salió a criticarlo (como en las purgas de la URSS, las críticas deben ser públicas para que valgan). Los parlamentarios “Arcistas” siguen en la lista, ellas y ellos, a su turno abrieron devoción por Arce, y así, el mandatario tiene hoy mayor fuerza interna que un Evo Morales que, de no ser por la torpeza del equipo político del “nuevo líder”, ya estuviera enterrado políticamente, aunque siempre hay chance para que los cadáveres políticos no dejen de serlo. Como decía el profesor Raún Pino: “en este país se han visto muertos acarreando adobes” refrán muy chileno, que significa que “se debe tener cuidado con pensar que algo ha terminado, aunque así lo parezca, que es necesario asegurarse bien y contar con la posibilidad de que ocurra lo improbable”.
Morales es hueso duro de roer, el cuero del muerto político es duro y seco y, en su caso, tuvo al país en vilo por 12 días y parece que hasta ahí llegó, porque las fuerzas políticas en el parlamento, con Andrónico Rodríguez incluido, llegaron a un acuerdo con relación a las elecciones Judiciales aunque no hablaron concretamente de las “autoprorrogadas” altas Cortes, generando rebelión en una veintena de parlamentarios de CC y Creemos que van mucho más allá de las intenciones chantajistas (esto es mío) del movimiento político prorroguista al asegurar que “Arce hará lo posible para anular las elecciones del 2025 y extender su mandato cuando vea que no tiene posibilidad de extender su mandato”.
Personalmente no creo que ello ocurra porque, la democracia “iliberal” que practica Arce, es una democracia en la que se mantienen las formas y, se controlan otros poderes que debieran ser independientes del gobierno, como el Judicial, que puede ser capaz de anular, por ejemplo, los 2/3 para aprobar créditos y endeudamientos del gobierno, comprometiendo al Estado, pasando por encima de los reglamentos internos de las cámaras y del mismo congreso con el argumento de que el país necesita equilibrar su economía. Ni con la democracia iliberal un gobierno que la practique se da el gusto de anular elecciones; el juego de ellos es dar la impresión de que la democracia funciona; el mundo observaría una situación en otro sentido; salvo que venga otra pandemia que obligue a tal cosa como el 2019.
Morales, con un país en contra, ha autorizado cuarto intermedio a los bloqueos y anuncia (por sus dirigencias, él no da la cara) que se van a trasladar a La Paz a mantener vigilia. El gobierno, que fue la “otra punta” del bloqueo, al no intervenir para nada, salvo esporádicas acciones que desbloquearon por horas, es tan responsable como Morales de lo ocurrido, dando muestras de lo poco que le interesa lo ocurrido, estaba jugando en su propio interés; lo demás que espere, probablemente el país también lo ha percibido así.
¿Podrán mantener al TCP, sobre todo, intocado? Si ello ocurre, se aseguran un poder fáctico con supuestas capacidades de frenar cualquier cosa que salga del parlamento, lo que significará que serán el instrumento “i-legal” del gobierno; siempre dentro de la “democracia iliberal” que ya pone a Bolivia en la condición de país “ni democrático ni no democrático”; hay muchos países que lo hacen; repito, estos llegan por la vía del sufragio universal; pero cuando necesitan o pueden, niegan la vigencia o utilidad de los mismos; “condenan y rechazan la separación de poderes, los contrapoderes y las salvaguardas institucionales, arreándolas y poniéndolas al servicio del Ejecutivo.
Ese no es el tema, los alcances de los acuerdos tampoco. El tema es que Arce respira y Morales queda más arrinconado...
Sin bloqueos y sin protestas... se jodió el inventor