La inexplicable actitud del gobierno central hacia Santa Cruz y sus demandas nos muestran claramente que para el Gobierno nacional la mera existencia de Santa Cruz con su modelo democrático liberal es considerada como una permanente amenaza para el propio. Sus asesores cubano – venezolanos los han convencido que entre el proyecto del MAS y la región “capitalista” cruceña existen contradicciones insalvables, para decirlo en términos de Carlos Marx y seguramente los han convencido que como “contradicción de esencias distintas” siempre según Marx, no cabe la aplicación de la dialéctica, es decir la búsqueda de una síntesis. Solo cabe la guerra.

Vistas así las cosas, y tratándose casi de una guerra, pues así la perciben desde el gobierno al denunciar permanentemente “el golpe” que se estaría siempre fraguando, ya no corresponde reaccionar ante las demandas con los instrumentos formales del Estado, como la Policía: se deben organizar grupos de choque y paramilitares para ganar en las calles “la guerra” que pretende derrocarlos que ellos imaginan y perciben como realidad.

La contradicción con Santa Cruz y la distinta manera de resolver los conflictos en el resto del país se hizo patente cuando los mineros cooperativistas del oro pusieron a la Paz a sangre y fuego, bloqueando todo y usando dinamita para no pagar impuestos. ¿Y qué sucedió? pues que el gobierno, no obstante el uso de la enorme violencia de los manifestantes, concedió en dos días todo lo solicitado, es decir pagar solo 4.8% de impuestos y poder entrar a explotar y por tanto devastar las áreas protegidas.

Uno se pregunta ¿porqué la diferencia? Pues porque los movimientos sociales controlados por el MAS ya están acostumbrados a obtener beneficios económicos del gobierno, son clientes ya conocidos, mientras que Santa Cruz es un extraño del que se desconfía, pues para empezar sus pedidos no son económicos ni se pueden resolver con plata a cambio de apoyo político, son pedidos que contradicen y ponen en evidencia los planteamientos básicos de un régimen populista autoritario y clientelar.

Así las cosas, lo que ha construido el MAS es lo que Robert Merton llama una “profecía autocumplida”, que es “la predicción falsa que se convierte en realidad por cómo hemos reaccionado ante ella”. Cuando el gobierno se convence que todo lo que plantea Santa Cruz es parte de un “golpe” entonces actuará de consecuencia y a mediano plazo, por sus acciones erradas y violentas efectivamente podrá provocar una grave crisis, si no un golpe. Una profecía errada, puede convertirse en real por mis propias acciones.

¿Cómo pueden convivir un sistema democrático liberal con amplio desarrollo del capitalismo y la globalización, con un sistema populista , centralista, estatista, autoritario y corporativo? He ahí la cuestión.

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