Traducción en tiempo real, la convergencia de humanos y máquinas en la comunicación global
Hace no mucho tiempo, la idea de conectarse en una videollamada con alguien del otro lado del mundo que habla en japonés y escucharlo en español hubiera parecido sacada de una película de ciencia ficción.
Sin embargo, hoy en día, esta es una realidad gracias a los avances en inteligencia artificial (IA) aplicada a la interpretación de idiomas.
Recientemente, tuve la oportunidad de experimentar esta tecnología de primera mano. Kudo, una empresa que ha ganado prominencia en el mercado al conectar intérpretes de idiomas con clientes corporativos, ha incorporado una tecnología que realiza traducciones simultáneas en conferencias en línea.
No solo traduce texto, sino que también lleva a cabo traducciones en voz, permitiendo a los participantes de una videoconferencia escuchar la traducción como si tuvieran un intérprete humano presente.
Durante una demostración realizada, pude escuchar a Tzachi Levy, jefe de producto de Kudo, hablar en inglés y, casi en tiempo real, escuchar su discurso en español, francés y alemán. Aunque la voz de la IA sonaba un poco robótica y había un ligero retraso en comparación con una traducción humana, el resultado fue, sin lugar a dudas, impresionante.
Es importante señalar que, aunque la IA está avanzando a pasos agigantados en el campo de la interpretación de idiomas, todavía hay situaciones en las que se requiere la precisión y el entendimiento humano. Por ejemplo, en sesiones del Parlamento Europeo, es probable que se siga recurriendo a intérpretes humanos debido a la necesidad de precisión del 100% en la traducción.
Sin embargo, el avance de la IA es innegable. Lo que antes se pensaba que tomaría de 5 a 10 años, ahora se está logrando en cuestión de meses.
Se estima que en el próximo año, la IA podría lograr traducciones simultáneas precisas en un 90% de las situaciones comunes.
A pesar de estos avances, la interpretación humana sigue siendo esencial, especialmente cuando se trata de entender el contexto y lo que está “entre líneas”. Pero es innegable que la IA está impulsando a los intérpretes a mejorar y adaptarse a esta nueva realidad.
En el futuro cercano, es probable que veamos más innovaciones en este campo, como la posibilidad de añadir la propia voz del hablante en la traducción. Empresas como ElevenLabs ya están explorando la posibilidad de usar una sola voz para reproducir contenido en diferentes idiomas.
En resumen, estamos presenciando una revolución en la interpretación de idiomas impulsada por la IA. Aunque todavía hay desafíos que superar, el futuro es prometedor y está lleno de posibilidades.
Culmino mi columna con una frase de Nelson Mandela, “si hablas a una persona en un lenguaje que entiende, eso llega a su cabeza. Si le hablas en su propio lenguaje, eso llega a su corazón.”