Había una vez en el paraíso andaluz de Bolivia, Tarija, un barrio con cientos de kilos de basura esparcidos en las calles que crecían como espuma día a día. Fue entonces que Cinthia Reynoso, vecina del lugar, “vio la oportunidad”, organizó inicialmente a 40 familias de la zona e hicieron recojo, selección y tratamiento de la basura. ¿El resultado? Hoy sólo el 13% de los desperdicios de cada familia de la zona son recogidos por el carro basurero. Así nace Ecolapiz un emprendimiento que transforma la basura en productos de papel como cuadernillos, lápices y otros productos reciclados de papel.
Reynoso presentó su caso en TECNIA evento organizado por la Cámara Nacional de Industrias (CNI) para demostrar los efectos de actividades económicas con triple impacto: rentabilidad económica, valor social y sostenibilidad ambiental.
Nico Kuiper, experto holandés, explica en TECNIA que la sostenibilidad es un proceso que se viene aplicando desde hace más de 30 años atrás en el país de los tulipanes y las bicicletas y “la sostenibilidad recién se está implementando en Bolivia”.
La experiencia de Reynoso no es única, puesto que existen en el país decenas de emprendimientos con enfoque de triple impacto. Así, Eduardo Iriarte de la Empresa Valkure, indica que con su producto pegaladrillos generó un ahorro de más de 18 millones de litros de agua para la construcción de 150 mil metros cuadrados de paredes. El pegaladrillo es un producto de construcción amigable con el medio ambiente por el bajo consumo de agua y la baja utilización de arena (drenando los ríos).
Así, las empresas de triple impacto son aquellas que obtienen un rédito económico a partir de la incorporación de 3 pilares fundamentales:
En TECNIA los expertos indican que los desafíos del triple impacto, y en particular la sostenibilidad, en Bolivia se enmarcan en tres escenarios:
La sostenibilidad para las empresas permite generar más competitividad, abrir mercados emergentes, oportunidades de negocio y acceder a nuevos mercados financieros (Ejemplo: emisión de bonos verdes, financiamiento de organismos internacionales) en el marco de los objetivos del Milenio y el Pacto Global.
Y el enfoque del triple impacto empieza en casa dice Reynoso al señalar que es el cliente interno (dependientes de las empresas) que debe forjar una cultura de sostenibilidad. “Comienza siendo eficiente en el uso de agua, papel, energía eléctrica ....” finaliza.
(*) Hugo Siles Espada es economista de la CNI