Cuando al ing. Percy Fernandez se le pedía que las obras urbanas se completaran en sus detalles y se defina responsables de su funcionamiento, él respondía diciendo “Yo seré el encargado de Santa Cruz obra gruesa. Los detalles se harán después”. Esta visión, muy ingenieril, nos ha dejado una ciudad con una serie de problemas muy serios: Obras viales sin señalización, canales de drenaje sin protectores, hospitales sin equipamiento, escuelas sin talleres, mercados semivacíos y mal ubicados, calles sin veredas y sin arborización, edificios sin retiros y edificios de subalcaldías sin competencias, entre muchas otras falencias “de detalle”.
Ha llegado la hora de iniciar seriamente “la obra fina”, he aquí algunos ejemplos:
Se debe tomar serias decisiones sobre las inexistentes o mal construidas veredas, asumiendo como gobierno municipal la responsabilidad de construirlas porque se trata de espacio público, pudiendo luego cobrar por esa inversión en función a los metros ejecutados. La arborización es una inversión que se debe hacer al mismo tiempo que se construye la vereda. Es un tema no solo estético sino también ambiental y de seguridad ciudadana.
Se debe también tomar en serio la señalización vial porque su ausencia genera muertes en las calles casi todos los días. No es posible construir avenidas de alta velocidad y tráfico pesado “peladas”, sin señalización alguna. Se juega con la vida de nuestra gente, sobre todo de los niños.
El tema de los retiros frontales de la edificación también es un escándalo. Nadie sabe si al final y en que zonas se debe dejar o no retiro frontal: La gente que lo deja como dice el Código, es considerada pelotu..... y quien se come el retiro es un “jichi”. El resultado es un caos total en el frontis de todas las edificaciones, unas para atrás, otras para adelante, aumentos precarios “por si acaso” tengan que demoler, unas con parqueo frontal, otras no. Situación inaceptable en cualquier ciudad que se respete.
Antes de construir más hospitales se debería obligar al gobierno central a cumplir con sus responsabilidades referidas a los ítems. No hacerlo es una actitud irresponsable.
Antes de construir más mercados se debería organizar adecuadamente los mercados distritales para que funcionen como un sistema racional de distribución de alimentos a precio único a partir de un verdadero mercado mayorista que los distribuya. Lo que se ha hecho es un verdadero disparate.
Las sedes de las Subalcaldías, en vez de ser vibrantes centros comunitarios para la vida del distrito, son meros bloques burocráticos pues la gente va allá solo para reclamar. No se han convertido en lugares que la gente los sienta como propios, y esto sucede porque se han hecho los edificios, pero no se ha descentralizado la gestión. Las Subalcaldias, en tremendos edificios tienen escasísimas competencias.
Se podría continuar con muchos ejemplos pero el mensaje que queremos dejar es que la política de dejar las obras incompletas, sea física que organizativamente, tiene un alto costo para la población y hace que la ciudad en realidad no funcione, a pesar de las grandes inversiones.
Específicamente en el caso de las veredas, la vegetación y las fachadas de los edificios, que son la cara y la piel de la ciudad, lamentablemente su descuido hace que Santa Cruz presente ese aspecto feo, desaliñado y descuidado - salvo los grandes proyectos que llegan hasta los detalles de aceras y jardinería - No sería una gran inversión “cambiarle la cara” a la ciudad con esas acciones, para que nos sintamos de nuevo orgullosos de ella.