El tema del BRT ya está de buen tamaño: un proyecto mal planteado que permanece paralizado durante años anulando un carril de una de las avenidas más importantes de la ciudad. Es algo inaudito y muestra la paciencia de Job que tienen los cruceños.
Desde ya diremos que el proyecto del primer anillo no es un BRT y no reúne las condiciones para llamarse así. Presentarlo como BRT y por tanto como intocable es falso.
Por definición un BRT es un sistema de transporte público rápido para acercar grandes masas de pasajeros que viajan largas distancias y en demasiado tiempo para llegar a su destino. Es por tanto un sistema masivo y de grandes distancias.
Para que el sistema cubra las exigencias del BRT debe primero cubrir grandes distancias, normalmente de mas de 12 kilómetros y los debe recorrer a grandes velocidades promedio, de mas de 30 km/hora.
Para lograr esos objetivos se escogen las zonas alejadas que atraen miles de pasajeros/hora, (en Santa Cruz serían el plan 3000, La Guardia el norte y Cotoca) se utilizan buses cómodos y de gran capacidad y se les asigna carriles exclusivos para que tengan prioridad de circulación y garantizar así tiempos cortos de viaje.
Para manejar este complejo sistema empresarial se puede crear una empresa municipal o dar la concesión a una empresa que puede estar formada por los mismos actuales transportistas.
Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con el llamado BRT del primer anillo? Pues nada. No se trata en absoluto de un BRT: su recorrido es muy corto, no trae pasajeros de grandes distancias y pretende un carril exclusivo sin obtener tiempos interesantes de recorrido, por la congestión de la zona.
No se trata de un BRT, es simplemente un conector de líneas de BRT, pero el absurdo es que se construye el conector de líneas BRT antes de que existan las líneas BRT. Es como comprarse un cinturón antes de comprar un pantalón: El cinturón no tiene qué sujetar.
Pero entonces, ¿porqué lo hicieron así, porque no empezaron por ejemplo con el Plan 3000 o con el norte? por una cuestión político electoral. Un verdadero BRT no se hubiera podido entregar antes de las elecciones que estaban ya a las puertas, así que, por política, se hizo un “remedo de BRT” , pequeñito, esperando engatusar a la gente; no lo lograron y ahora estamos todos en el brete.
¿Qué hacer ahora? Sugerimos que por el carril exclusivo circule un transporte público anular, es decir que de vueltas al primer anillo, que puede ser el BRT o las líneas que hacían ese recorrido, pero que momentáneamente compartan ese carril con vehículos privados que no se deben detener entre rotonda y rotonda, quedando los otros dos carriles para el tráfico lento que se detiene buscando el comercio, oficinas viviendas o estacionamientos de la zona.
Los agresivos separadores pueden quedar, pero con el tiempo deben ser sustituidos por separadores igualmente eficientes pero menos agresivos y peligrosos. Esos cordones de hormigón ya no se usan para estos casos en ninguna parte.
Ojalá nos escuchen....