A Lionel Messi le queda mucho talento, atesora numerosos récords en el fútbol y acaba de sumar un particular logro: subir a 35 años la vara para la vigencia en la alta competencia y con éxito, como lo es consagrarse campeón mundial con Argentina, en una Copa del Mundo en la que brilló con luz propia.
Los grandes futbolistas hasta ahora han venido rindiendo a plenitud con un tope que rondaba las tres décadas. Pero Messi subió el listón, cuando muchos consideraban que ya estaba más para una suerte de anticipada y dorada jubilación en alguna liga de Oriente Medio o en la no siempre bien considerada Major League Soccer.
Cierto es que el campeonato francés no tiene el vértigo de la Premier, el despliegue que exhiben los equipos españoles, la táctica que se advierte en los campeonatos de Italia y Alemania, pero integra junto a las anteriormente citadas el Top 5 entre las ligas europeas. Tras un semestre de adaptación en el que evidentemente no tuvo brillo, Messi volvió a mostrar su clase mundial en la temporada 2022.
Y es justamente ese periodo de tres semestres el que ha tomado en cuenta la FIFA para la premiación con el trofeo The Best que concede desde 2016 y que por segunda ocasión recibe el 10 de Argentina, el más votado por capitanes y entrenadores de selecciones, junto a periodistas, que le reconocieron el mérito de haber recuperado su nivel con el PSG y, principalmente, por su notable campaña en el Mundial de Catar.
Detrás suyo hay veinteañeros aspirantes a la corona de mejor futbolista del mundo. Como su compañero de equipo Kylian Mbappé, otros ponen como candidato al goleador noruego Erling Haaland, los hay con gran futuro, sin duda, como Tyrell Malacia, Alejandro Garnacho... Pero por ahora, Messi es el que tiene un brillante presente. Por eso, la corona The Best la luce con plena justicia.