Les recuerdo que el BRT (Bus Rapid Transit) es un Sistema de Transporte Público a cargo de una empresa la cual obtiene una concesión en las vías troncales de una ciudad para utilizar carriles exclusivos para sus buses. Los pasajeros, con un solo boleto pueden cambiar de una línea a otra sin costo adicional. Este sistema fue inventado en Curitiba y se difundió rápidamente en todo el mundo.
En Santa Cruz lo propuso JICA que fue contratada por la gobernación para proponer un sistema metropolitano de transporte público.
La idea fue aprovechada por el gobierno municipal cruceño, que pensó comenzar con el eje troncal norte sur, pero poco pudo hacer frente al rechazo frontal de los transportistas, ya que el sistema presupone el rediseño total de las líneas existentes, cosa que los transportistas no están dispuestos a aceptar.
Así las cosas, el gobierno municipal, en una muestra más de “viveza criolla” pide a los consultores comenzar el BRT por el primer anillo. Los técnicos les explican que eso no es posible porque el primer anillo es solo un pequeño tramo de BRT para conectar las troncales, pero que si las troncales no existen, la gente no entenderá para qué diablos se gasta tanta plata en una breve línea de menos de 5 km, y que en realidad no sirve para nada porque no conecta nada.
No obstante esas observaciones de los consultores, que constan por escrito, el gobierno municipal de entonces se empecinó por hacer ese “remedo de BRT” por cuestiones meramente electorales, pues faltaba poco para las elecciones.
Dicho y hecho, el proyecto fue un fiasco que la población rechazó masivamente y que puede haber influido electoralmente pues con esa “megaobra” el partido al gobierno municipal no saco ni un concejal...
Pero volviendo al BRT, hablemos ahora de los famosos “cordones”, erigidos a símbolo nefasto del BRT. Resulta que los dichosos cordones, por su peligroso diseño resultaron ser el problema de fondo del BRT, y no se habló de nada más.
Ya que se habla solo de los cordones el ciudadano se pregunta: ¿El problema es solo los cordones y una vez sacados/mejorados se seguirá con el proyecto, ajustando detalles, o la eliminación de cordones en realidad implica el rechazo de todo el proyecto, teniendo que destruir también las otras obras? La respuesta clara a esta pregunta es fundamental.
Si el problema fuera solo los cordones, se pueden sustituir con otros sistemas menos agresivos y el problema se resuelve, pero si lo que se quiere es matar el BRT en su totalidad, ¿con que lo están sustituyendo? Han tenido tres años para pensarlo, pero no hemos escuchado nada serio sobre el futuro del transporte público. Es importante que se nos haga conocer que se va a hacer con el grave problema del transporte público. Ya se han perdido otros tres años...
Como esta situación de indefiniciones y proyectos que se arrastran decenios es crónica, CEDURE piensa trabajar en 2024 en un programa llamado “Santa Cruz como vamos” que será un Observatorio Urbano para hacer seguimiento a los principales proyectos cruceños. Hoy la tarea de denuncia la cumplen los medios de comunicación pero ellos, por sus limitaciones no pueden darle el seguimiento adecuado.