¿Faltan divisas? La solución está en la liberación absoluta de las exportaciones
Entre otras 300 medidas, el gobierno del presidente argentino, Javier Milei, estableció que queda prohibido prohibir las exportaciones, lo que significó el ingreso de millones de dólares a la economía argentina en menos de un mes y la caída en los precios de algunos productos de la canasta familiar como la carne.
Como sabemos, la familia boliviana requiere desesperadamente divisas (dólares) y, usualmente, hay 3 formas para acceder a ellas: que el Estado asuma más deuda, emitir papel moneda para comprar más dólares (generando así presiones inflacionarias) y liberar exportaciones. Veamos:
Adquirir más deuda implica que el Estado administre esos recursos con un coste que, en unos años, tendremos que pagarlo con más impuestos, lo que, por la paupérrima calidad institucional, las funestas experiencias recientes y los serios problemas fiscales del país, no es prudente seguir este camino.
Por el lado de la emisión monetaria, es importante señalar que la emisión inorgánica genera presiones inflacionarias, y Bolivia cuenta con una memoria histórica muy sensible a las altas tasas de inflación, pero, por si fuera poco, la inflación es un atentado ético porque secuestra el ingreso de las familias más pobres y vulnerables para dárselo a los jerarcas que administran el Estado. La inflación es el coste de adquirir divisas por el lado de la emisión monetaria.
La particularidad del sector exportador como generador de divisas es que, a diferencia de un simple endeudamiento o de la emisión monetaria, el exportador genera empleo formal y sostenible, al tiempo que mejora el salario medio real de los trabajadores y produce bienes (alimentos) que sirven para la satisfacer las necesidades básicas del país y la región. ¿Hay un coste significativo para la sociedad o el Estado? Ninguno.
Si la economía del país requiere divisas, los empresarios en general y los exportadores en particular pueden ser el pilar fundamental para que Bolivia no permanezca en crisis, pero, además, pueden servir como la base de la sostenibilidad económica, social y ambiental para esta y las siguientes generaciones.
¡Liberen las exportaciones!