En la actualidad, los medios de comunicación se encuentran en una encrucijada única, mediada por la omnipresencia de los algoritmos en las redes sociales. Estos algoritmos, diseñados para maximizar la interacción y el tiempo de permanencia en las plataformas, han modificado sustancialmente la forma en que se consume y se distribuye la información.
Un informe de Statista indica que el 55% de los adultos en EE.UU. reciben sus noticias principalmente de redes sociales, donde el sensacionalismo y las noticias falsas son más prevalentes.
La Universidad de Stanford encontró que el 82% de los estudiantes de secundaria no pueden distinguir entre una noticia real y una publicidad nativa.
Los algoritmos de las redes sociales, fundamentales para la difusión de contenido, favorecen las publicaciones que generan mayor interacción, lo que a menudo conduce a un enfoque en contenidos más sensacionalistas y emocionales.
Según el Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo, un 54% de los editores encuestados admitieron adaptar sus estrategias de contenido para mejorar el rendimiento en plataformas sociales. La presión por mantener la relevancia en línea puede llevar a decisiones editoriales que priorizan el alcance sobre la calidad.
Entretenimiento vs Información
El equilibrio entre informar y entretener se ha desplazado significativamente hacia este último. Esto resulta en titulares más llamativos pero a menudo carentes de profundidad analítica.
Un estudio de la Universidad de Oxford revela que el 62% de los usuarios de internet no pueden distinguir entre una noticia bien fundamentada y un contenido diseñado exclusivamente para entretener, vender o provocar.
La rápida difusión de las fake news se ve favorecida por estos algoritmos. Según un estudio de MIT, las noticias falsas tienen un 70% más de probabilidad de ser retuiteadas que las verdaderas.
El caso de Geraldine Fernández, quien mintió sobre su participación en la película ‘El niño y la garza’, ilustra cómo la falta de verificación de fuentes puede llevar a la difusión de información errónea.
Para comprender mejor la “viralidad” y los ejes fundamentales de cómo están construidos y pensados los algoritmos recomiendo los siguientes documentales y películas:
-“The Social Dilemma” (2020) - Un documental de Netflix, explora el impacto de los algoritmos de redes sociales en la sociedad y la psicología humana.
-“After Truth: Disinformation and the Cost of Fake News” (2020) - Un documental de HBO que examina el fenómeno de las noticias falsas en la era contemporánea.
-“Nightcrawler” (2014) - Un drama que destaca el sensacionalismo en el periodismo de crimen.
-“Coded Bias” (2020) - Un documental de Netflix que explora los sesgos en los algoritmos de inteligencia artificial.
La responsabilidad de los medios de comunicación en la era digital no es solo informar, sino educar a sus audiencias en la identificación de fuentes confiables y en el consumo crítico de la información. La lucha contra el sensacionalismo y las fake news es un desafío conjunto entre medios, plataformas y audiencias.
Divido en 4 factores el abordaje a este nuevo desafío, por el que atraviesan los medios de comunicación:
1. Adaptación a los algoritmos
Los medios han tenido que replantear sus estrategias editoriales para sobrevivir en un entorno digital dominado por algoritmos que premian el engagement (me gusta, comentarios, compartidos). Esto ha llevado a un cambio significativo en el tipo de contenido producido, priorizando a menudo lo que es más probable que genere interacciones rápidas y superficiales.
Los titulares llamativos y las noticias sensacionalistas se han vuelto más comunes. Según un estudio de la Universidad de Cambridge, los titulares emocionalmente cargados tienen un 20% más de probabilidad de recibir clics que los neutrales.
2. Dependencia de las plataformas sociales
Con la disminución de la relevancia de los motores de búsqueda tradicionales, los medios ahora dependen en gran medida de las redes sociales para dirigir tráfico a sus sitios. Los cambios repentinos en los algoritmos pueden tener efectos devastadores en los medios. Un cambio de algoritmo en Facebook en 2018 provocó una disminución significativa en el tráfico de muchos sitios de noticias, según un análisis de Nieman Lab.
3. Pérdida de control editorial y dependencia financiera
La dependencia de las métricas de rendimiento ha llevado a una pérdida de control editorial, donde las decisiones a menudo se basan más en datos analíticos que en juicios periodísticos.
La monetización a través de la publicidad digital ha creado una dependencia financiera en plataformas como Google y Facebook, que controlan una gran parte del mercado publicitario en línea. Según un estudio de eMarketer, Google y Facebook representan más del 60% de los ingresos publicitarios digitales en EE.UU.
4. El futuro del periodismo en la era del algoritmo
Algunos medios están explorando nuevas formas de adaptarse, como el periodismo de datos, contenido interactivo y estrategias de marketing de contenidos.
Este nuevo panorama plantea importantes desafíos éticos y profesionales para los periodistas, que deben equilibrar la necesidad de adaptarse a los algoritmos con la responsabilidad de mantener estándares periodísticos y la integridad editorial.
Los medios de comunicación enfrentan una encrucijada crítica en la era digital. La adaptación a los algoritmos de las redes sociales es un imperativo para sobrevivir, pero también plantea riesgos significativos en términos de calidad y confiabilidad del contenido. La búsqueda de un equilibrio entre la adaptación y la preservación de la integridad periodística será fundamental en los años venideros.
El Caso de Geraldine Fernández - La Veracidad en la Era de la Información
La ciudadana colombiana, que afirmó falsamente haber participado en la película ‘El niño y la garza’, se ha convertido en un ejemplo resonante de cómo las afirmaciones no verificadas pueden propagarse rápidamente en la era digital. Este incidente pone de relieve los desafíos que enfrentan tanto los medios de comunicación como el público en discernir la veracidad en un mar de información.
Geraldine Fernández captó la atención mediática al declarar su participación en la película mencionada, indicando que los primeros 15 minutos es parte de su trabajo, una afirmación que inicialmente fue aceptada sin cuestionamientos significativos.
Un informe de 2021 de la Universidad de Columbia encontró que el 59% de los enlaces compartidos en redes sociales nunca son realmente clicados (no leen la noticia), indicando que muchas personas comparten información basándose solo en titulares.
La historia se difundió rápidamente en redes sociales y fue recogida por varios medios de comunicación, evidenciando la rapidez con que una narrativa puede expandirse en la era digital.
La falta de verificación de hechos por parte de los medios que reportaron la historia refleja un descuido en la responsabilidad periodística fundamental. Este tipo de incidentes daña la credibilidad no solo de los individuos involucrados, sino también de los medios que difunden información no verificada.
Una vez que se descubrió la verdad, varios medios tuvieron que corregir la historia y retractarse, un proceso que puede no reparar completamente el daño hecho a la confianza pública.
La reacción del público en redes sociales fue mixta, con algunos criticando a los medios por su falta de diligencia y otros cuestionando la motivación detrás de la afirmación de Fernández.
Este tipo de acontecimientos no están al margen de varios ejemplos similares, lo que nos lleva a la reflexión de educar al público en alfabetización mediática, para que puedan evaluar críticamente la información que reciben y contrastar con los hechos.
Finalizo con la frase de Donny Miller “En la era de la información, la ignorancia es una elección”.