La degradación del centro histórico de Santa Cruz, denominado Z.1.1, es decir las 49 manzanas entorno a la plaza 24 de Septiembre que fueron objeto de un minucioso estudio, se profundiza día que pasa, sin que las autoridades y los cruceños nos demos por aludidos.
Se está destruyendo no solo un patrimonio histórico cultural, lo cual de por sí es ya grave, sino también un patrimonio económico enorme pues, como sostiene el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los centros históricos son el principal activo con que cuentan las ciudades, favorecidas por la presencia de ese importante legado urbanístico. En torno a los centros históricos se desarrolla lo más valioso de las ciudades en temas de cultura, turismo, hotelería, gastronomía, comercio de bienes sofisticados, servicios especializados y actividades innovadoras.
En el caso cruceño, desde 1974 se trabajó para preservar y valorizar el centro histórico, habiéndose encargado un detallado estudio a la arquitecta especialista María Luisa Vásquez Viaña, quien clasificó los inmuebles para determinar su grado de protección, de acuerdo a varios niveles. Los resultados de ese estudio se convirtieron en un reglamento que hoy forma parte del Código de Urbanismo.
Sin embargo, no se aplicaron todos los mecanismos para implementar el proyecto, el cual, por ese descuido, fue especialmente muy injusto hacia los propietarios que se veían perjudicados por las normas de preservación. El proyecto original preveía medidas para favorecerlos que no se aplicaron.
Hoy, ante el evidente abandono del centro, se alzan alguna voces aisladas, pero que no logran articular una estrategia para su recuperación. Se sabe, por rumores, que hay un estudio que se realiza con financiamiento del Banco Mundial, pero, como de costumbre, la sociedad civil no conoce nada. Lo sabremos solo cuando ya nos presenten el proyecto concluido, para “socializarlo”.
Lamentablemente, los resultados de las varias reuniones para debatir el tema quedan en nada, pues ninguna institución o autoridad se toma el trabajo de organizar y sistematizar ese aporte en un documento.
Ante esta situación de confusión y de falta de respuestas organizadas, el Centro de Estudios para el Desarrollo Urbano Regional (Cedure), como institución especializada en planificación, ha recogido los distintos problemas detectados, así como sus causas, para proponer una matriz de resultados, organizando lo avanzado hasta ahora y proponiendo a la sociedad civil que participe en el ajuste y mejoramiento de esa matriz.
Los problemas detectados, expresados en la matriz, se refieren a los siguientes temas:
1. Despoblamiento del centro histórico
2. El abandono de las funciones y actividades del centro
3. El deterioro y destrucción del patrimonio arquitectónico y urbanístico
4. Graves problemas de movilidad urbana
5. Problemas de seguridad ciudadana
6. Deterioro ambiental y paisajístico
7. Infraestructura colapsada que ha cumplido su vida útil
El cuadro que desarrolla esos problemas se presentará al Gobierno Municipal de Santa Cruz y a las consultoras que trabajarán en el tema. Representará, de manera organizada, la visión y la voluntad de los cruceños. Todos podremos participar en este esfuerzo colectivo por nuestro centro histórico.