Bolivia se encuentra en una encrucijada digital, un terreno en donde la modernidad y la vulnerabilidad se entrecruzan, dejando un rastro de inquietudes. En el corazón de América del Sur, el país enfrenta desafíos de ciberseguridad que resuenan más allá de sus fronteras. La era digital ha traído consigo oportunidades sin precedentes, pero también amenazas que se cuelan en el silencio de los códigos binarios.

El drama digital en Bolivia se materializó en los titulares cuando el ente electoral del país sufrió un ciberataque tras las elecciones. Un escenario que revela la vulnerabilidad de las instituciones nacionales ante las amenazas cibernéticas.

Aunque esta no es una historia aislada, los ciberataques continúan acechando a nivel global, pero Bolivia enfrenta una vulnerabilidad particular. Según un estudio, Bolivia se ubica en el puesto 79, siendo el último país de América Latina en preparación para ciberseguridad.

Además, el Reporte Global de Ciberseguridad de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) situó a Bolivia en el puesto 140 de 194 países en lo que respecta a amenazas digitales, marcando el peor desempeño en Sudamérica.

Los ciberataques no son una novedad para Bolivia, cada segundo, se registran nueve ciberataques en el país. Una cifra que destaca la urgencia de fortalecer las defensas digitales para resguardar la integridad de la infraestructura nacional y la información de los ciudadanos.

La empresa internacional de ciberseguridad Darktracer reveló que millones de accesos a sitios gubernamentales en varios países fueron comprometidos por un software malicioso, y Bolivia no fue la excepción. Al menos 44 sistemas del Estado boliviano, incluyendo Impuestos Nacionales y el Ministerio de Educación, figuraron en la lista de sistemas afectados.

La ciberseguridad no es una tarea sencilla, y menos aún en un contexto donde los recursos pueden ser limitados. La inversión en ciberseguridad no es una opción, es una necesidad imperante. Los desafíos son enormes, pero la voluntad de enfrentarlos debe ser aún mayor.

El escenario digital en Bolivia es un reflejo de una problemática global, pero con matices locales que requieren soluciones específicas. Es una realidad que demanda una acción concertada entre el gobierno, la industria y la sociedad civil para construir un entorno digital seguro y resiliente.

La posición de Bolivia en el escenario de ciberseguridad es alarmante, pero también es una llamada a la acción. La necesidad de fortalecer las defensas digitales y de promover una cultura de ciberseguridad es evidente desde temprana edad. Aquí es donde la colaboración y la educación juegan un papel crucial.

La ciberseguridad es un compromiso colectivo, y como tal, aquí se presentan siete consejos para avanzar en la construcción de un entorno digital más seguro en Bolivia:

-Promover la educación en ciberseguridad y crear conciencia sobre los riesgos y las mejores prácticas es fundamental.

-Fomentar la colaboración entre el gobierno, la industria privada y la academia para desarrollar estrategias de ciberseguridad robustas.

-Invertir en tecnologías de seguridad y en infraestructura digital para fortalecer las defensas contra ciberataques.

-Capacitar y desarrollar talento local en ciberseguridad para enfrentar los desafíos desde una perspectiva local.

-Establecer un marco legal que promueva la ciberseguridad y proteja los datos de los ciudadanos, y sancione a los infractores.

-Desarrollar capacidades de respuesta rápida ante incidentes de ciberseguridad para minimizar los daños.

-Establecer alianzas con organismos internacionales y países con experiencia en ciberseguridad para aprender y adaptar mejores prácticas.

La ciberseguridad no es un destino, sino un viaje constante que requiere adaptación y evolución. Bolivia tiene el reto de transformar su realidad digital, de ser un país vulnerable a convertirse en una nación preparada y resiliente ante las amenazas cibernéticas.

El camino no será fácil, pero la urgencia de actuar es innegable. En esta odisea digital, cada paso en la dirección correcta es un paso hacia un futuro más seguro y prometedor para todos.

Culmino la columna de hoy con palabras del notable pensador y científico Albert Einstein, “En medio de la dificultad yace la oportunidad”.

Bolivia tiene ante sí el desafío y la oportunidad de transformar su paisaje cibernético, y con determinación y colaboración, el país puede forjar un futuro digital, seguro y prometedor para sus ciudadanos.

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