En la víspera del engaño más grande que se tragó este país, desesperado por feriados, me refiero a eso del “día de la fundación del Estado Plurinacional”, inventado por Evo Morales con el afán de “inmortalizar” el día que él tomó posesión del cargo de presidente de la República de Bolivia, hecho que paso a demostrar a continuación:
La Asamblea Constituyente impuso por mayoría la CPE pero no hubo 2/3 para su promulgación inmediata, mediante la ley 3942 que establece que se debía convocar “para el domingo 25 de enero de 2009 a Referéndum Dirimidor del Artículo 398 del proyecto de Constitución Política del Estado, que no alcanzó la aprobación de dos tercios de votos de los miembros presentes de la Asamblea Constituyente en la fase de detalle, así como para refrendar el texto íntegro del proyecto de Constitución Política del Estado, presentado al H. Congreso Nacional por la Asamblea Constituyente el 15 de diciembre de 2007 con los ajustes establecidos por el H. Congreso Nacional”, En la ley citada en la que se consignaron las preguntas correspondientes.
En el Referéndum se impuso la opción SI, consecuentemente, al haberse aprobado el texto que tantos problemas nos ha traído a los bolivianos y más veces se ha violado. Recordemos que, en la Ley 3942 se puede leer que el Congreso Nacional estableció ajustes al texto salido de la Asamblea”, de manera tal que se puede asegurar que la CPE no es sólo la expresión de la Asamblea Constituyente sino del Congreso Nacional de la República que le terminó de dar forma al mamotreto salido a escapadas desde Sucre, llevado al Liceo Militar, tras de la revuelta de “La Calancha”, donde se asesinó a tiros a tres ciudadanos Chuquisaqueños que pedían y exigían el retorno de la Capital para ciudad de nacimiento de la República, salió a Oruro, (autorizada por el Congreso) donde se leyeron solo el listado de Capítulos y marchó a La Paz, donde se trabajó el texto íntegro que se impuso en el Referéndum el 25 enero de 2009. (menos mal).
Entonces: por Ley 3364 de 6 de marzo de 2006 se convocó a la Asamblea Constituyente, El 14 de diciembre de 2007, (no como se dice el 15, ver Memoria REPAC (https://www.vicepresidencia.gob.bo/IMG/pdf/memoria_repac-2.pdf) “Silvia Lazarte, presidenta de la Asamblea Constituyente, hizo entrega del texto constitucional al presidente del Congreso Nacional, Álvaro García Linera, para que esta instancia legislativa realizara la convocatoria al Referéndum Constitucional y Dirimidor, tal como lo establecía la ley para el 25 de enero de 2009, llegándose a aprobar con un 64% de los votos.
Tenemos la Vigencia de la CPE, desde el 7 de febrero de 2009.
¿22 de enero? Fecha de la posesión de Evo Morales, el 2006, es decir 3 años antes de la CPE que debiera ser la que da lugar al “nuevo Estado”, pero en los hechos, se rinde pleitesía a la “asunción” del huido. Ni más, ni menos.
OJO: reparemos en este texto escrito en el texto de la REPAC (Vicepresidencia) que dice: “el gobierno decidió incorporar esos consensos en el texto constitucional y abrir un gran diálogo en el seno del Parlamento, situación que se inició y consolidó, en octubre de 2008, como un gran acuerdo con las fuerzas opositoras. Esos consensos implicaron más de 147 cambios al texto constitucional.
El 21 de octubre de 2008, tras recoger los acuerdos que compatibilizaron el proyecto de CPE, se realizó la histórica sesión del Congreso Nacional que convocaba para el 25 de enero de 2009, simultáneamente a Referéndum Constitucional y Dirimidor.
Desmitificada la fecha y, puestos los tantos en su lugar, vamos al tema que más interesa.
El viernes 19 de enero del 2024, las cosas se pusieron más claras, en cuanto a la decisión del gobierno de Luis Alberto Arce Catacora de seguir las instrucciones del manual del perfecto Socialista del Siglo XXI, acordado por el Foro de Sao Paulo, devenido en Grupo de Puebla, que no es otra cosa que apurar la toma del poder ante los peligros que pueden significar los aprestos de cambio, a través de otra opción ideológica o una derecha a la que se la quiere estigmatizar como “ultra”, violenta, fascista y, “neoliberal”.
En efecto, Arce va demostrando a través de la Agenda de Diputados, que no tiene interés de devolverle la institucionalidad al Estado, al no consignar en sus “órdenes del día” nada que tenga que ver con el tratamiento de la Ley de Convocatoria para la elección de candidatos que participarán en la elección de las llamadas “altas cortes”.
Si el tema no está en Agenda es porque el Gobierno no quiere, por más que don Iván Manolo Lima Magne se empeñe en echar culpas al parlamento por tal omisión, aunque no debemos dejar de hacer notar que, por supuesto tiene su parte de culpa, pero, “si uno no quiere, dos no pueden”. Lo dijimos en SIN COMPOSTURA en la mañana del mismo día y confirmamos que el propio Luis Arce tiene su voluntad impuesta en controlar los poderes; basta ver el discurso en alguno de los actos del viernes 19, registrados en los medios, cuando aseguró que la derecha y “la nueva derecha (el MAS Evo) quieren repartirse los poderes.
Controlar el poder institucional es el objetivo de Arce Catacora, con eso mantiene su “democracia Iliberal”, esa que le permite usar las formalidades de la democracia, es decir elecciones (asegurándose el control en el TSE), controlar a los ciudadanos, mediante varios mecanismos económicos, impositivos, uso de fuerzas policiales (se aprobó el ascenso de Holguín sin 2/3 en el senado), militares y Movimientos Sociales, pero sobre todo, judicial, mediante el control del Sistema de Justicia, con hincapié en el TCP (los otros ya los tiene); eso le legaliza cualquier cosa. Lo demás corre por cuenta del Poder, que no vacilará en aplicar lo que deba, para mantenerse en el Poder y anular, de manera definitiva a Evo Morales, el único político que le estorba hoy. Sólo nos queda una duda: ¿se atreverá a reconocer que lo que hizo el huido en 2019 fue fraude? Es lo único que le queda para anularlo eternamente.
En el gobierno están desesperados en controlarlo todo, ya se acercan las elecciones y, aunque no hay quién o quiénes representen opciones opositoras, no es menos cierto que hay vientos de cambio de dirección en el manejo del Estado que, no vienen desde el Socialismo sigloveintiunero, precisamente.
Como están las cosas y, gracias a la afición que tengo de leerlo todo, acostumbro ojear la revista Jacobin a ver qué encuentro; ahí vi una larga exposición Álvaro García Linera en la que admite que se viene un tiempo difícil, cuando sostiene lo que parece ser un mensaje a Arce, aun cuando no lo prefiere porque no cierra sus ansias de “indianizar” el poder boliviano, aunque no haya practicado cuando fue vicepresidente.
García Linera asegura: “en este «tiempo liminar» o interregno que deberemos transitar durante los próximos 10 o 15 años, hasta la consolidación de un nuevo orden mundial. Está claro que esa inestable oscuridad es el momento para la entrada en escena de las ultraderechas más monstruosas que, en cierta medida, son consecuencia de los límites del progresismo. En la nueva etapa, Linera plantea que el progresismo debe apostar por una mayor audacia para, por un lado, responder con responsabilidad histórica a las demandas profundas que se encuentran en la base de la adhesión popular y, por otro, neutralizar los cantos de sirena de las nuevas derechas. Esto implica avanzar en reformas profundas sobre la propiedad, los impuestos, la justicia social, la distribución de la riqueza y la recuperación de los recursos comunes en favor de la sociedad. Sólo así, empezando por resolver las demandas económicas más básicas de la sociedad y avanzando en una democratización real, plantea Linera, se podrá volver a confinar a las ultraderechas a sus nichos (ver: https://jacobinlat.com/2024/01/02/si-las-izquierdas-quieren-derrotar-a-la-ultraderecha-tienen-que-ser-radicales/)
Mucho de eso, lo hace o ha planeado Arce; ¿estarán en contacto? No serán amigos, pero esto les sirve a ambos para adelantarse a lo que venga.
De ahí la pregunta del título