Terremoto en Turquía: Mira el momento cuando rescatistas escuchan sonidos de edificio colapsado

El lunes se cumple una semana desde el terremoto que sacudió a Turquía y a Siria y que ha dejado más de 33.000 fallecidos. Pese a que cada hora es vital para hallar sobrevivientes, los equipos de rescate no pierden la esperanza de encontrar más personas.

Medios locales en Turquía informaron este sábado que las últimas 24 horas se ha logrado salvar a más de una decena de personas, desde una niña de tres años hasta una anciana de 85, que habían pasado entre 140 a 155 horas bajo escombros.

Rodrigo Lema, colaborador de UNITEL en Turquía, explicó que en Antakya, el epicentro del movimiento sísmico las tareas de búsqueda y rescate no cesan en un edificio de ocho pisos que ha sepultado a más de 70 personas.

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Fue cuando Lema realizaba su reporte para UNITEL cuando los rescatistas escucharon ruidos entre los escombros, motivo por el que solicitaron evitar cualquier ruido con el objetivo de identificar el origen del sonido.

ASISTENCIA POR AIRE Y TIERRA A VÍCTIMAS

Casi 10.000 personas han llegado de otros países para ayudar en los rescates, entre ellos varios equipos españoles de sanitarios, bomberos y militares.

Setenta aviones y 167 helicópteros ayudan también en la asistencia a las víctimas y más de 300 cocinas móviles, 33 hornos de pan móviles y 83 instalaciones de lavabos han sido trasladados a la región de momento, agrega el organismo.

La zona afectada por el terremoto abarca más de 100.000 kilómetros cuadrados -una superficie mayor a la de un país como Portugal- y alberga aproximadamente 10 millones de personas.

Mientras que las cifras de muertos siguen aumentando, las fuerzas de seguridad turcas han detenido a al menos una docena de personas, entre ellos constructores, arquitectos y aparejadores, relacionados con algunas de las decenas de miles de edificios destruidos o gravemente dañados en los sismos de magnitud 7,7 y 7,6 del lunes.

Estas detenciones son los primeros pasos del Estado para depurar responsabilidades en un momento en el que arrecian las críticas por la baja calidad de las viviendas, algo que no pocos achacan a la corrupción y a los escasos controles.