Rodolfo Hernández, el candidato "indescifrable" que se disparó en las encuestas en Colombia
El próximo domingo 29 de mayo se realizarán los comicios para elegir al nuevo presidente por un periodo de cuatro años
Rodolfo Hernández, exalcalde de la ciudad de Bucaramanga (2016-2019), ha sorprendido con su avance en las encuestas rumbo a las elecciones presidenciales del próximo 29 de mayo en Colombia. A pesar de no estar adscrito a ningún partido ni haber participado en las primarias de marzo, en las que las coaliciones de centro, derecha e izquierda definieron sus candidatos.
En un sondeo divulgado el viernes por la firma Invamer, Hernández registra un 20,9% de los apoyos frente al 13,9% de abril, por detrás del izquierdista Gustavo Petro (41%) y el derechista Federico Gutiérrez (27,1%).
Su ascenso ha dejado prácticamente sin opciones al ganador de la primaria centrista, Sergio Fajardo (5,1%).
Si ninguno de los candidatos logra más del 50% de los votos, la elección se definirá en una balotaje entre los dos primeros el 19 de junio.
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Con gran espontaneidad para expresarse frente a las cámaras y un mensaje anticorrupción, el ingeniero y constructor ha calado en el electorado colombiano, hastiado de las élites conservadoras y liberales que tradicionalmente han gobernado el país.
Pero su escasa trayectoria política y su programa de gobierno lo hacen difícil de ubicar en el espectro político.
Por un lado retoma banderas progresistas como legalizar el consumo recreativo de marihuana y replantear la lucha antidroga a nivel global en el mayor productor de cocaína del mundo. También coincide con la izquierda en cuestionar el impacto que los tratados de libre comercio han tenido sobre la agricultura colombiana y propone frenar la importación de alimentos que se producen en el país.
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En cuanto a la guerrilla del ELN, la última reconocida en Colombia, propone un acuerdo similar al que el gobierno de Juan Manuel Santos firmó en 2016 con las FARC.
Pero tiene otras propuestas de inclinación derechista:
Le abre la puerta al fracking para potenciar la industria petrolera y plantea endurecer la política migratoria del actual gobierno, que regularizó a casi un millón de venezolanos indocumentados. Al respecto, advierte que cientos de miles migrantes que no han iniciado este trámite "podrán ser deportados".