Muere succionado por la turbina de un avión, se ocultó ahí luego de que cerrara el vuelo y le negaran la entrada

El pasado 1 de enero una tragedia sacudió el aeropuerto de Salk Lake City, en Utah, EEUU. Se trató de un fatal destino que nació de una imprudencia y que acabó con la vida de Kyler Efinger, un hombre de 30 años desesperado por no perder su vuelo.

Según reporta el diario ABC, Efinger murió succionado por la turbina del avión que debía coger para viajar a San Francisco a donde, para más drama, se dirigía para visitar a su abuelo gravemente enfermo.

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El miedo a que el Airbus A220-100 de Delta Airways que debía llevarle a California abandonara la pista sin él, provocó que Efinger, que ya había perdido el avión, hiciera todo lo posible para subirse a este pese a que la puerta de embarque había sido sellada por el personal de tierra.

La colisión, en la que no se ha producido ningún incendio ni fuga de combustible, no dejó heridos

No impidió eso que el hombre intentara por todos los medios saltarse la seguridad, rompiendo incluso el cierre de una de las puertas para acceder a las pistas del aeropuerto.

En el vídeo difundido al que ha tenido acceso la cadena estadounidense Fox 13 se ve cómo Efinger, en su estado de desesperación, emplea sus zapatos para intentar romper una ventana, tira del pomo de una de las puertas hasta vencerse y caer al suelo y habla con uno de los trabajadores del aeropuerto hasta que finalmente consigue acceder a la pista por otra puerta.

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De hecho, en ese fragmento captado por las cámaras de seguridad también aparece corriendo por la pista con el avión ya en movimiento iniciando la marcha lento para colocarse en dirección hacia la pista. En ese momento fue cuando trató de trepar por la turbina del motor y su vida se acabó.

La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos continúa investigando los hechos por el grave fallo de seguridad que llevó a Kyler a la muerte.