‘London Bridge is down’: de qué trata el protocolo secreto que debe ejecutarse si muere la reina Isabel II
Venerada en todo el mundo, la monarca se encuentra en un delicado estado de salud y es acompañada por toda su familia
La monarquía tiene todo planificado en caso de que se produzca la muerte de la reina Isabel II, hace unos años el diario británico The Guardian reveló detalle a detalle qué pasará en caso de que se produzca el fallecimiento de una de las mujeres más poderosas del mundo.
Según este diario, habrá boletines del Palacio de Buckingham, no muchos, pero suficientes. “La Reina sufre una gran postración física, acompañada de síntomas que causan mucha ansiedad”, anunció Sir James Reid, médico de la Reina Victoria, dos días antes de su muerte en 1901. “La vida del Rey avanza pacíficamente hacia su final”, fue la notificación final emitida por el médico de Jorge V, Lord Dawson, a las 21:30 horas de la noche del 20 de enero de 1936. No mucho después, Dawson inyectó al rey 750 mg de morfina y un gramo de cocaína, suficiente para matarlo dos veces, con el fin de aliviar el sufrimiento del monarca y hacerlo morir a tiempo para las imprentas del Times, que se terminaba de imprimir a medianoche.
El funcionario que está destinado a dar la noticia es Sir Christopher Geidt, secretario privado de la Reina, un exdiplomático que recibió un segundo título de caballero en 2014, en parte por planificar su sucesión.
En caso de la muerte de la reina, Geidt deberá contactará a la primera ministra Liz Truss.
La última vez que murió un monarca británico, hace 65 años, la muerte de Jorge VI se transmitió en una palabra clave, “Hyde Park Corner”, al Palacio de Buckingham, para evitar que los operadores de la centralita se enteraran. Para Isabel II, el plan de lo que sucederá a continuación se conoce como ‘London Bridge is down’ (el puente de Londres está caído).
Una vez que el mensaje se transmita: “El puente de Londres está caído” en líneas seguras. Desde el Centro de Respuesta Global del Foreign Office, en una ubicación no revelada en la capital Londres, la noticia llegará a los 15 gobiernos fuera del Reino Unido donde la Reina también es la jefa de estado, y a las otras 36 naciones de la Commonwealth para los que sirvió como una figura decorativa simbólica.