El 78 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU se abre con llamado a unir a las naciones
Se prevé que este martes tome la palabra el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, por primera vez en Naciones Unidas de forma presencial, aunque el momento político no se presta a negociaciones de paz para terminar la guerra
El 78 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, punto culminante de la diplomacia mundial, quedó hoy oficialmente abierto con un llamado a la unidad del presidente de la Asamblea, Dennis Francis.
“Este año el imperativo es claro: unir a las naciones en el convencimiento de un propósito común y la solidaridad de la acción común”, dijo Francis ante los delegados de los 193 países miembros.
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“La Asamblea General y este rostro se levantan como el testimonio viviente del multilateralismo y el extraordinario papel de la ONU en sus 75 años de existencia”, dijo, antes de recordar los grandes retos que enfrenta la humanidad en su conjunto: “Guerra; cambio climático; deuda; energía y crisis alimentaria; pobreza y hambre”, enumeró.
Se prevé que este martes tome la palabra el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, por primera vez en Naciones Unidas de forma presencial, aunque el momento político no se presta a negociaciones de paz para terminar la guerra, según se ha encargado de subrayar en varias ocasiones el secretario general António Guterres.
La participación del presidente boliviano, Luis Arce, será la tarde de este martes (15:00) en la sede de la ONU.
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El secretario general de la ONU propuso este martes, al dar inicio al 78 periodo se sesiones de la Asamblea General, “renovar unas instituciones internacionales del siglo XXI” que estén basadas “en la equidad, la solidaridad y la universalidad”.
En un mundo gangrenado por las divisiones -entre poderes económicos y militares, entre el norte y el sur, y entre el este y el oeste- no queda otra alternativa que la reforma de estas instituciones, pues de lo contrario iremos a “una mayor fragmentación”, advirtió, aunque reconoció que no será fácil porque “las reformas son una cuestión de poder”.
Guterres dio inicio con su discurso a una Semana de Alto Nivel marcada por la continuación de la guerra en Ucrania, que ha exacerbado las tensiones políticas y ha profundizado las diferencias económicas entre los países.
Entre los asistentes estaba el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien asiste por primera vez a la Asamblea General y hablará más tarde; por su parte, Rusia estaba hoy representada simplemente por su embajador ante la ONU, a la espera de que en los próximos días llegue el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov.
Guterres empezó reconociendo que las instituciones actuales -la propia ONU, el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional- nacieron en 1945 y responden a una época donde gran parte de los países actuales vivían bajo el yugo colonial.
“El mundo ha cambiado; nuestras instituciones no”, resumió, y por eso no están contribuyendo a solucionar el problema de las divisiones crecientes, que no se dan solo entre países o bloques, sino en el interior de las propias democracias, donde “el autoritarismo está en auge”.
El político portugués citó los múltiples puntos del planeta donde se viven graves crisis multidimensionales -el Sahel, Sudán, la República Democrática del Congo, Haití, Birmania, Palestina o Siria-, lo que, unido a los desastres naturales, demuestran que “el sistema humanitario global está al borde del colapso”.