Cobran fuerza los combates entre el Ejército y los separatistas en el este de Ucrania
Kiev, 13 jun (EFE).- Los combates entre las fuerzas prorrusas y el Ejército en el este de Ucrania han cobrado de nuevo fuerza después de que las tropas intensificaran a altas horas de la madrugada su ofensiva contra los rebeldes.
A medida que los insurgentes y las autoridades en Kiev se cruzan las acusaciones de impedir la creación de corredores humanitarios en las zonas afectadas por los combates, sólo en las afueras de la localidad de Stepánovka éstos se han cobrado desde ayer más de 40 vidas entre las filas de los separatistas.
Según los últimos datos del Ministerio de Defensa, en los combates de ayer los insurgentes "perdieron 12 máquinas y más de 40 guerrilleros, que transportaban una considerable cantidad de armas".
El comunicado, publicado en la página web de la cartera, asegura que en total fueron destruidas tres columnas formadas por rebeldes y una columna de automóviles y blindados que procedía desde el territorio ruso.
El ataque se desarrolló con la ayuda de helicópteros y destacamentos de paracaidistas, señala el ministerio.
"Los militares destruyeron dos vehículos blindados, dos tanques y dos camiones Kamaz que llevaban a bordo ametralladoras KORD de 12,7 milímetros de calibre", según la nota.
Además, los militares ucranianos han conseguido retomar el control de varios puestos fronterizos ocupados por los separatistas en el norte y sur de la región de Lugansk y en el norte de la región de Donetsk, baluartes de la sublevación prorrusa.
Mientras, el Ejército informó de que ha recuperado el control sobre la ciudad de Mariúpol, también en la región de Donetsk, donde las bajas de los prorusos fueron cinco.
El ministro del Interior, Arsén Avákov, informó en su página de Facebook sobre el inicio a la 01.50 GMT de la ofensiva en Mariúpol.
Precisó que no hubo bajas entre las filas de las tropas ucranianas en las escaramuzas en esa ciudad, al tiempo que cuatro agentes fueron heridos.
"Cuatro agentes de las fuerzas especiales fueron heridos, uno se encuentra en estado grave", recalcó Avákov.
Entretanto, los separatistas siguen denunciando atentados en su contra de los que acusan a Kiev.
Así, tres personas han muerto y cuatro resultaron heridas por la explosión del coche de uno de los líderes de la autoproclamada "república popular de Donetsk" (este de Ucrania), Denís Pushilin.
"De los siete heridos por la explosión anoche en una parada cerca de la sede del Gobierno regional tres murieron en el hospital", señala un comunicado en la página web de la administración de la región, ocupada por los rebeldes.
Pocas horas antes, la "república popular de Donetsk" informó en su página de twitter de dos muertos como resultado del atentado.
El mismo Pushilin, quien en el momento de la explosión estaba en Moscú, dijo a la agencia rusa RIA-Nóvosti que las autoridades de Kíev están detrás de ese atentado.
"Por supuesto, sospecho de Kíev", dijo el líder separatista, quien precisó que entre las víctimas hubo varios insurgentes.
El de ayer no es el primer atentado contra los insurgentes de Donetsk: el pasado 7 de junio, el ayudante de Pushilin, Maxim Petrujin, fue asesinado a tiros en el centro de la ciudad.
Además, el despacho del "alcalde" de la formación separatista, Pável Gubarev, fue tiroteado con un lanzagranadas el pasado 2 de junio.
Por otro lado, Pushilin denunció el incumplimiento por Avákov de los acuerdos para crear pasillos humanitarios en el este del país.
"Acordamos cesar el fuego (...) Arsén Avákov me envió un mensaje SMS diciendo que ordenó el alto el fuego. Sin embargo, en el curso de la siguiente noche (la ciudad de) Slaviansk fue ametrallada con cañones. El corredor quedó cerrado", dijo.
Mientras, Avákov insistió en que fueron los prorrusos quienes violaron la tregua: "Pushilin sí me pidió abrir el corredor. Sí cesamos todas las acciones para acordar el procedimiento de evacuación de la población civil. Pero por la noche los guerrilleros atacaron nuestras unidades en Artiómovsk, los puestos de control".
El ministro tachó de palabrería las negociaciones con los separatistas y reiteró que "no tiene sentido conversar con los autoproclamados líderes marionetas".