2022: El año de la invasión rusa a Ucrania que dividió al mundo y que trajo millones de desplazados

Si bien el conflicto entre Rusia y Ucrania data de hace varios años, fue en 2022 cuando la situación de violencia escaló para ser contemplada como una guerra, que trajo consigo un aumento en la brecha latente de las grandes potencias y una faceta humana que se tradujo en miles de muertos y millones de desplazados.

Aunque la crisis internacional se catapultó a finales de febrero de 2022, cuando Rusia reconoció oficialmente las dos regiones separatistas en el este de Ucrania, Donetsk y Lugansk, como nuevos estados con independencia, fue a inicios del año cuando se empezaron a advertir los vientos de cambios como las denuncias del Gobierno ucraniano de violaciones de alto al fuego en la zona en conflicto por parte de separatistas rusos.

La situación no pasó inadvertida por las grandes potencias y el presidente estadounidense Jose Biden predijo que Rusia “invadiría” a Ucrania, pero que Putin pagaría “un precio alto” por una situación de esta magnitud y que lo lamentaría

Pese a este escenario Putin anunciaba su retirada del Protocolo de Minsk -el cual tenía el objetivo de poner fin al conflicto entre separatistas prorrusos y combatientes ucranianos que data desde 2014- y así fue el inicio de la denominada “Operación Militar Especial” en el Donbás que se transformó en una invasión militar a gran escala, según reseñan los medios internacionales.

Desplazados

Tres meses después de esa situación ya se contabilizaba que los ciudadanos ucranianos que huyeron del país alcanzaban los 6,11 millones, una cifra que supera incluso el éxodo que en los últimos años de crisis política y económica de Venezuela, según datos de la agencia EFE. Los principales destinos fueron otros países de Europa.

A estos refugiados deben sumarse los desplazados internos dentro de Ucrania por el conflicto, que según Naciones Unidas superan los 8 millones, situación que fue calificada como la peor crisis de Europa desde la Segunda Guerra Mundial (1939-45), sumando miles de muertos entre civiles y militares.

Mientras esto ocurría, Rusia afirmó que la operación perseguía la “liberación completa” de Donetsk y Lugansk, con diferentes ofensivas que a partir de abril pasaron a concentrarse en el este ucraniano con las respectivas respuestas del Gobierno ucraniano comandado por Volodímir Zelenski.

Sitio de Mariúpol

Uno de los episodios más sonados fue el sitio de la ciudad Mariúpol, toma que comenzó en febrero y se extendió por casi tres meses cuando se ordenó a las últimas tropas ucranianas defensoras de la ciudad que se rindieran frente al Ejército ruso. La ciudad, importante enclave portuario del país, fue una reclamación directa de la autoproclamada República de Donetsk, respalda por Rusia.

En ese entonces, Vladímir Putin admitió que la situación de Mariúpol fue “trágica”, al reunirse con el secretario general de la ONU, António Guterres, donde admitió también el asedio de sus tropas.

Tras obtener el control efectivo de toda la ciudad por parte de las fuerzas rusas y separatistas el 16 de mayo de 2022, la urbe quedó administrada por la República Popular de Donetsk quien estaba organizando una autoridad local desde abril. Fueron 80 días que dejaron a la ciudad en ruinas.

La avanzada rusa permitió la toma de cuatro regiones ucranianas: Donetsk y Lugansk, en el este, y Jersón y Zaporiyia, en el sur

La ofensiva de occidente

La estrategia de Zelenski durante el incremento de fuerzas militares rusas en las fronteras fue calmar a la población ucraniana y asegurar a la comunidad internacional que Ucrania no estaba tratando de tomar represalias, situación que tuvo respuesta de las grandes potencias occidentales que desató en una condena internacional generalizada, principalmente de Norteamérica, Reino Unido y la Unión Europea.

Durante la reunión virtual a puerta cerrada de los líderes del G7 (Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos), se acordó imponer paquetes de sanciones que serán “devastadoras” para los rusos.

Un total de 1.386 personas y 171 entidades son objeto de medidas de inmovilización de bienes y prohibición de viajar, donde se incluyó a bancos y entidades financieras, firmas del sector militar y de la construcción, partidos políticos y grupos de comunicación y empresas que han difundido propaganda a favor del Kremlin y contra Ucrania.

Ante este escenario, Putin Acusó a la Unión Europea de echar a “la hoguera de las sanciones” el nivel de vida, la estabilidad socioeconómica y el desarrollo industrial en aras de la unidad euroatlántica y, en realidad, del “mantenimiento de la dictadura de EEUU en los asuntos mundiales”, según reseña AFP.

Actualidad

Tras meses de bombardeos y miles de muertes y millones de desplazados, Vladimir Putin, dijo recientemente que la situación en las cuatro regiones de Ucrania que Moscú asegura haber anexionado es “extremadamente difícil”.

En septiembre, Putin anunció la anexión de cuatro territorios ocupados del sur y el este de Ucrania después de que las autoridades colocadas por Moscú organizaran referéndums, definidos como una farsa por Kiev y sus aliados occidentales.

Pero las tropas rusas no controlan por completo ninguna de estas regiones y el mes pasado fueron expulsadas de la capital regional de Jersón, de mismo nombre, después de una contraofensiva ucraniana.

Tras varios reveses en el frente, Moscú cambió su estrategia y centra sus esfuerzos en una campaña aérea contra instalaciones militares y energéticas de Ucrania. El dirigente del Kremlin se dirigió en especial a aquellos agentes de seguridad que viven en “las nuevas regiones de Rusia”. “La gente que vive allí, los ciudadanos de Rusia, dependen de vosotros, de vuestra protección”, les dijo.

Mientras que los ucranianos todavía están en plena fase de reconstrucción de su país, pero las hostilidades se mantienen.

Hasta ahora, ninguna tregua de Navidad o Año Nuevo en el terreno en Ucrania se está discutiendo actualmente. “No se ha recibido ninguna propuesta de nadie y este tema no está en la agenda”, declaró a la prensa el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, preguntado sobre la posibilidad de una interrupción de los combates en Ucrania.

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