‘Jukus’, hombres y mujeres que se internan en las entrañas de las minas y viven en las sombras de la ilegalidad

Estas personas llegan a internarse hasta tres días en los socavones para obtener minerales de forma ilegal para comercializar. Algunos dicen que lo hacen "por necesidad y para subsistir"

Publicado: 07/08/2022 20:42
Un "juku" tras la salida de una mina (Foto: Unitel)

Los ladrones de mineral o llamados 'jukus', continúan operando en las áreas Con el fin de extraer todo lo que puedan de las minas, para llevarse el mineral en mochilas; actúan de día y noche en los centros mineros de Potosí. 

Estas personas dedicadas al robo del mineral aseguran que lo hacen desde hace varios años pues deben "subsistir" y llevar el sustento diario a sus familias.

Los 'jukus' o llamados ladrones de mineral pueden ser hombres o mujeres, quienes con bastante experiencia en la extracción del mineral, día a día recorren los pasadizos más estrechos que conlleva una mina. 


Estas personas arriesgan sus vidas para robar el mineral ya que se arrastran entre las piedras y tierra para entrar y salir de la mina, son ladrones y viven de esta ilegalidad. 

Salen de sus casas cargados de una mochila artesanal a la que llaman 'q’epirina', un morral donde cargan el estaño y otros minerales que son extraídos de la mina. 

Los 'jukus' tienen que subsistir hasta tres días dentro de cada mina. En algunos casos, Ingresan armados para evitar cualquier "contratiempos" con trabajadores mineros.

Estas personas llevan alcohol, coca, energizantes y otros elementos para la subsistencia diaria a varios metros bajo tierra. 

Tras terminar su robo, los 'jukus' escapan como pueden, usan escaleras y sogas para salir de la mina. Estos hechos fueron recopilados en la visita que hizo Unitel al centro minero de Huanuni, ubicado en Oruro. 

Unitel converso con una 'juku' que es madre soltera. Sale de casa cada viernes para internarse en la mina y después de tres días salir con el mineral robado. Sabe que corre el riesgo de que en algún momento ocurra un imprevisto y que esto puede provocar que nunca más vuelva a ver a sus hijos; sin embargo, lo hace desde hace varios años para llevar el sustento a su hogar.

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La mujer empezó desde sus 33 años con el robo de mineral en Huanuni y lleva cinco años en esta actividad ilícita para las cooperativas mineras; argumenta que lo hace por necesidad y por no haber conseguido un trabajo. 

“Yo soy una juku mujer, para mí la vida no fue fácil. Encontré una manera de trabajar en la mina. En una entrada puedo hacer de 800 a 900 bolivianos”, contó la mujer a Unitel.

Por otra parte, existe otra generación de jukus que por la necesidad de generar recursos, los llevó a jukear en las minas. 

"Uno no lo hace por gusto, lo hace por llevar el pan de cada día para nuestras familias, lo hicimos por necesidad", contó un juku a Unitel

En el interior de cada mina domina la llamada ley de la “selva”, porque no existen códigos y normas. El más fuerte gana en las minas. La lucha es diaria entre trabajadores mineros y los jukus, cuentan los mineros.

El robo de mineral por lo general sucede en el intervalo de los turnos de los trabajadores mineros, este corto tiempo es aprovechado por los ladrones de mineral para obtener todo el material posible.

Por su parte, los trabajadores mineros también ingresan armados a las minas, en algunos casos utilizan dinamitas para eliminar a los "jukus" que podrían ser captados en cualquier momento. 

De acuerdo a los testimonios de los propios mineros que recorren todos los pasadizos de las minas, en algunos lugares existen aún los cuerpos de los 'jukus' que al no salir a tiempo, murieron asfixiados. 

“No se puede respirar, empezamos a estornudar, lagrimear, son las cosas que suceden diariamente en las minas”, declaró el minero Efraín Crispin a Unitel. 

El robo de mineral en Bolivia es una historia de nunca acabar en Bolivia y que va acompañado a que en el interior de las minas pregona la ley del más fuerte.

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