Cruceña de oro: Ruperta y un comedor solidario para personas de la tercera edad

“Aquí hemos encontrado un espacio de cariño”, señala Analio Vaca, una de las personas que asiste al comedor solidario instalado por Ruperta Taborga de 72 años de edad.

La jornada de Ruperta comienza muy temprano. A las 4:00 ya se encuentra comprando las provisiones que usará para preparar el almuerzo en el comedor solidario para personas de la tercera de edad.

El menú es variado, desde majadito hasta picantes. Pero sobretodo, es un espacio donde las personas adultas mayores encuentran un ambiente amoroso y de compañía.

Analio señala que llegar a la tercera edad y que los hijos se alejen “es difícil. A veces no tienen el cariño de verlo a sus padres, esa pena de que si falta algo”, indica.

Además del comedor, Ruperta también realiza otras actividades solidarias, como cursos de maquillaje brindando una forma de sustento a otras familias, como la de Ruth Mery Hurtado.

“Aprendí a hacer maquillaje, gracias a ella me sustento”, contó Ruth Mery.

Ruperta ya lleva 31 años con actividades que benefician al prójimo. Su esposo, Pablo Vaca, destaca su labor. “Es una mujer muy valiente, trabajadora”, señala.

Solidaridad, cariño y valentía, son las características que los amigos y familia de Ruperta destacan de ella.

“Yo voy a seguir ayudando hasta que mi corazón deje de latir”, señala Ruperta.