El enviado de EE.UU. a Oriente Medio para negociaciones de paz deja el cargo
Washington, 27 jun (EFE).- El enviado especial de Estados Unidos para las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos, el exembajador estadounidense en Israel Martin Indyk, dejó su cargo un año después de su nombramiento.
Frank Lowenstein, su "número dos" y que también ha estado involucrado en el proceso, asumirá temporalmente el puesto, según informó la portavoz adjunta del Departamento de Estado, Marie Harf.
El secretario de Estado, John Kerry, anunció hoy que Indyk se reincorporará como vicepresidente y director de Política Exterior en el centro de estudios Brookings en Washington.
El exembajador Indyk continuará trabajando con el secretario Kerry y con la Casa Blanca en los esfuerzos por ayudar a israelíes y palestinos a resolver su conflicto, indicó el Departamento de Estado en un comunicado.
Indyk, que fue embajador de EE.UU. en Israel entre 1995 y 1997 y entre 2000 y 2001, "ha invertido décadas de su extraordinaria carrera para ayudar a israelíes y palestinos a lograr una paz duradera", subrayó Kerry en un comunicado.
El secretario de Estado señaló que esa "es la causa" de Indyk, al que agradeció que aportara sus "infatigables" esfuerzos, su "sabiduría" y "entendimiento" del conflicto a "nuestros esfuerzos colectivos" para conseguir la paz.
Indyk fue el encargado de Oriente Medio en el Departamento de Estado entre 1997 y 2000, y tuvo un papel clave en las fallidas negociaciones de Camp David, que tuvieron lugar en 2000, bajo la mediación del expresidente estadounidense Bill Clinton.
Kerry subrayó que Estados Unidos continúa comprometido con la paz y con la reasunción de un proceso en el que las partes encuentren en camino para volver a unas negociaciones "serias".
El diplomático fue destacado para el cargo en julio del año pasado ante el impulso que intentó dar el secretario Kerry al proceso de paz, que se marcó como objetivo que se retomaran las negociaciones en nueve meses, aunque fracasaron antes de ese plazo.
La prensa israelí adelantó en mayo que el diplomático sopesaba la dimisión ante su frustración por el estancamiento del proceso y fue mencionado como la fuente citada de forma anónima por el rotativo Yediot Aharonot que responsabilizó a Israel del fracaso de las negociaciones.
Israelíes y palestinos pusieron fin al enésimo proceso de negociación el pasado 29 de abril, a pesar de que ya había encallado semanas antes por medidas adoptadas por ambos interlocutores, como la renuncia de Israel a liberar a una treintena de presos palestinos -tal y como se había comprometido-, además de la continuación de su expansión colonial en el territorio ocupado.
Los palestinos por su parte solicitaron adherirse a decenas de tratados y convenciones internacionales, al que se sumó un acuerdo de última hora con el grupo islamista Hamás para formar un gobierno de unidad que ponga fin a la división política y administrativa entre Cisjordania y Gaza.