Libre exportación de granos puede compensar pérdidas por inundaciones y sequía, señalan productores

La vía de salida para paliar las perdidas por las inundaciones y la sequía es la libre exportación, de acuerdo con el análisis del presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Fidel Flores, al señalar que recibir un buen precio por la producción de grano a cosechar es la vía de salida para hacer frente a pérdidas que ascienden a $us 40 millones.

Flores explicó que la exportación registrada en la pasada gestión permitió a los pequeños productores transparentar la formación del precio de la soya –principal materia impulsada por el agro- de acuerdo a las oportunidades de exportación, por lo que es esencial que el Gobierno continúa con una política abierta a las exportaciones.

Desde el Gobierno central, buscan estimular la exportación y apuntalar el superávit comercial registrado en 2022, por lo que recientemente se implementó una nueva medida que busca estimular al sector exportador y, al mismo tiempo, reforzar las reservas estatales.

Esta medida refiere que el Banco Central de Bolivia (BCB) podrá comprar dólares generados por los exportadores a un tipo de cambio “competitivo” (en el orden de Bs 6,95), de esta manera busca estimular al sector privado que se expone a riesgos y vulnerabilidades de origen externo (conflicto bélico entre Ucrania-Rusia, disminución de precios internacionales, entre otros) como interno (como efectos climatológicos adversos y conflictos sociales).

Para la gestión 2022 se aprobó, mediante certificado de abastecimiento interno y precio justo, la exportación de hasta 1,9 millones de toneladas de grano de soya. De estas, hasta noviembre, fueron exportadas solo cerca de 596.000 toneladas que generaron aproximadamente $us 330 millones en divisas al país, según Anapo.

En 2022, la producción total de grano de soya llegó a 3 millones de toneladas y la demanda del mercado interno para satisfacer las necesidades del sector pecuario es de solo 800.000 toneladas, de acuerdo con los registros de la entidad.

Es por esta razón que Flores pidió al Gobierno mantener la política de libre exportación para oxigenar al sector que no solo registra 43.000 hectáreas perdidas (en soya, maíz y sorgo) por estos efectos climatológicos adversos, sino que también hay 149.000 hectáreas afectadas por este mismo asunto, lo que conllevará a una merma importante en su potencial de rendimiento.

“La liberación de la exportación de grano de soya es un logro que conseguimos los productores a través de movilizaciones y en situaciones críticas como la que atravesamos ahora, se consolida como un respaldo porque nos permite obtener un precio correcto; en especial a los pequeños, que somos ahora los más perjudicados”, acotó el dirigente.

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