Bolivia enfrenta un déficit energético y YPFB no cuenta con liquidez necesaria, advierte exministro de hidrocarburos
Según el exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, “hemos pasado de ser un exportador neto de energía a ser un país importador neto de energía” debido a que “la producción de condensado, de gas natural y de GLP está en una declinación muy acelerada”.
“Bolivia está en un agujero negro”, afirma el exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, en referencia a la situación sobre el gasto de la subvención del líquidos y su falta en las estaciones de servicio. En su criterio, Bolivia enfrenta un déficit energético que bordea los $us 500 millones puesto que la estatal YPFB “no cuenta con liquidez necesaria”.
El superávit en la balanza energética de hasta $us 4.500 millones que se había registrado por ejemplo entre 2013 y 2015 quedó en el pasado. Según la exautoridad, “hemos pasado de ser un exportador neto de energía y estamos transitando a ser un país importador neto de energía”.
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El presidente del Estado, Luis Arce, afirmó este lunes que el país paga un “precio descomunal” por el diésel debido a la guerra entre Ucrania y Rusia. En mesa, está el millonario gasto que representa la subvención de hidrocarburos.
Arce fue ministro de Economía desde el 2006 y sabe el costo de la importación de carburantes desde hace 17 años.
Ríos considera que “vamos a tener un déficit energético comercial de 400 a 500 millones de dólares, y el próximo año va a ser mayor”.
El exministro apuntó que “a esta situación del déficit entre la compra y la venta de energía, se suma el tema de la subvención”, que es otro factor clave a la hora de analizar la situación.
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“Este año vamos a importar alrededor de 2.400 millones de dólares entre gasolina y diésel, y ese precio es de alrededor de 8 o 9 bolivianos el litro, y lo importamos en dólares. Lo compra y luego lo vende a algo menos de la mitad del precio, es decir, 1.200 millones de dólares en bolivianos”, apunta.
Con el déficit en mesa, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) debe tomar los bolivianos para “buscar dólares” en el mercado o el Banco Central de Bolivia (BCB) para volver a importar más carburantes.
Arcas de YPFB
“Entonces, lo que hemos hecho en los pasados dos, tres años, especialmente en 2022, es drenar las arcas de YPFB porque hemos hecho importar caro y hemos hecho vender barato en el mercado interno, y entonces se le ha devuelto parte de esa subvención con Nocres (Notas de Crédito Fiscal), pero YPFB no puede agarrar todos esos Nocres e ir y buscar a los proveedores internacionales de diésel y gasolina para comprar”, argumenta Ríos.
Ríos apunta que cuando las guerra en Ucrania estalló los precios del petróleo llegaron 120 y 130 dólares el barril. Hoy esos precios están algo más normalizados entre 70 y 80 dólares por barril.
“El contexto internacional de precios sí nos afecta, pero lo que más nos afecta es la política fallida exploratoria que hemos tenido desde hace 10 años”, señala el exministro, quien urge una reforma integral con base en ajustes normativos con el fin de atraer inversiones para impulsar la exploración de hidrocarburos.
“Lo que pasa es que nuestra producción de condensado, de petróleo, de gas natural y de GLP está en una declinación muy acelerada”, advierte.
Importaciones
Según la exautoridad, en 2029 y 2030 las importaciones de líquidos y crudo “van a llegar a 5.500 millones de dólares y básicamente ya no vamos a tener exportaciones”.
“Entonces, ¿seremos capaces de importar como país 5.000 o 6.000 millones de dólares por año por los próximos veinte y treinta años?”, se cuestiona.
“Necesitamos una reforma urgente a nuestro sector energético, en particular una ley para ver si podemos reactivar efectivamente la perforación masiva de pozos de manera que no tengamos esta dantesca cantidad de importaciones, tanto en volumen y cuando el precio en el mercado internacional sube, pues nos impacta más”, sostiene.
¿Cuál es el problema de fondo de esta modalidad de importación? ¿Por qué las filas ahora se están normalizando?
Ríos considera que, “en primer lugar, YPFB ya no cuenta con la liquidez necesaria permanente para hacer las importaciones oportunamente. Cada vez importa más y cada vez subsidia más”.
El segundo punto es de logística. “Cada vez cruzan más camiones por nuestra frontera” con combustible “y el próximo año, vamos a comenzar a ver camiones de GLP”.
“Por lo tanto, yo no dudo del esfuerzo que hace YPFB, su presidente, la gente de la ANH, en tratar de abastecer el mercado interno. Sin duda que lo hacen, pero se les está yendo de la mano las compras oportunas”, sostiene.
“Como dice un informe de YPFB, tienen que ir a pedir los dólares al Banco Central de Bolivia, al Ministerio de Economía, y encima manejar esa logística tan compleja, esto es lo que yo creo que está haciendo que nos vayamos acostumbrando a que haya estos déficits parciales”.